PLUS DE TRANQUILIDAD

Las Coreas y Trump

M. Daniel Pérez // Sevilla

El paso de Kim y Mun de retomar conversaciones debería darnos a todos un plus de tranquilidad. Las dos Coreas vuelven a hablarse, y además lo hacen de una desnuclearización que podría ser histórica.

Pero aún deben hablar Kim y Trump. Y esto (al menos a mí) me produce de todo menos tranquilidad. Porque todos conocemos las políticas de Trump, y como parece gustarle más avivar los fuegos que apagarlos. Y Kim Jong Un más de lo mismo.

Aunque parecía imposible, la primera reunión entre las dos hermanas enemistadas parece haber salido a pedir de boca. Esperemos que el vecino americano no lo vuelva a estropear.

EUROVISIÓN

El libro de Pla

Miguel Fernández-Palacios // Madrid

¿Por qué en la España actual alguien debe justificarse por hacer un obsequio? ¿Qué ocurre para que, conforme avanzamos en el tiempo, retrocedamos en libertades cuestionando las acciones más elementales? ¿Acaso el progreso es censura?

Nuestros jóvenes representantes en Eurovisión se han visto inmersos en un huracán mediático por quienes, sin informarse, se han escandalizado por la compra y regalo de un libro. La obra del cantautor español Albert Pla no guarda relación con el independentismo. Sólo es una sátira política y ridiculizante de la España actual, una España donde el humor, como se ve, siempre es necesario y oportuno.

Al final, sin pretenderlo, la España de mierda --título del libro-- es la que, una vez más, se ha señalado al rasgarse las vestiduras y vociferar su acostumbrada verborrea sin saber ni indagar.

MUNDIAL DE FÚTBOL

No a los tambores

Felipe Seara Navarro // Madrid

Por fin la FIFA ha dado un sonoro paso para civilizar los encuentros, que no debieran ser enfrentamientos, futbolísticos. Ha prohibido para el Mundial de Rusia 2018 los ruidos ensordecedores de tambores, vuvuzelas y similares. Los tambores, instrumentos de comunicación en las selvas africanas, había progresado hasta convertirse en un arma de confrontación para crear miedo y hacer obedecer al enemigo o esclavo en las galeras.

Sólo los viejos nostálgicos de la furia española añorarán a un Manolo el del bombo y sus insoportables seguidores con vuvuzelas, torturas auditivas que es de desear que sean pronto desterradas aquí en el fútbol como lo son ya en nuestras ciudades. Lástima que todavía queden, e incluso aumenten, quienes en ciertas manifestaciones intentan cubrir su falta de seguidores o de razones ensordeciendo a todos con tamborradas. «El ruido mata las ideas», el diálogo, la convivencia. Como el tabaco, el tambor ha degenerado hasta convertirse en una nociva peste aquí, como en los casos ya señalados.