Hola soy amante de los gatos ( y de los animales en general ) y he leído el artículo del periódico, sobre su control por poder ser causantes de salud pública y seguridad vial, me parece bien que se tomen medidas siempre y cuando no se les perjudique a ellos, ya que no tienen ninguna culpa de su situación; y aprovechando el tema, considero más importante o peor la avalancha que hay de palomas turcas, que creo y con todo el respeto, lo único que hacen es daño y molestias de todo tipo, y están protegidas, lo mismo se te meten en casa, que te cagan (con perdón) en la terraza o en edificios históricos (causando estragos y deterioros); ventanas, poyos, etc.; te enloquecen con sus aburridos cánticos, te despiertan a las cinco de la mañana, te rompen las canalizaciones de los edificios, donde se apoyan cientos de ellas y los tuercen y estropean y no se toma ninguna medida, aquí no vale el dicho famoso de «ave que vuela a la cazuela», y que lástima porque con las miles que hay seguro que no se pasaba hambre (es broma irónica) pero bueno igual que se cazan otros animales que no hacen daño, porque están en el campo y en su hábitat y que personalmente no estoy de acuerdo, no vendría nada mal reducir a estas energúmenas ya que nos invaden las ciudades y no los campos, que es donde debieran habitar.

extremadura

Agosto, 30

Emilio Puig Parcerisa

Badajoz

Un día sí y el otro también, Extremadura despierta con noticias desagradables de sí misma, aun acostumbrados, acongojan a los que la queremos. Es consecuencia del fracaso de todos sus presidentes, incapaces de hacer lo único normal y lógico en esta región riquísima en productos autóctonos, ponerlos en marcha, convirtiéndola en uno de los principales motores de España, no haberlo hecho, de mal a peor, hasta el sacrilegio de deshacerse del tesoro más preciado, los jóvenes. «Casi toda la población activa joven perdida en este último año, son mujeres». Una verdadera catástrofe para un pueblo menguante, perder hasta su fuente de vida. Llegará un día que quedarán solo los ocupados. Aleluya, celebrarán los mandatarios, por fin hemos terminado con el paro.

Las mujeres como China, una leona dormida que ha despertado. Las nuevas generaciones se han rebelado, se niegan vivir esclavizadas como sus madres, sin un momento de sosiego, familia, casa, el tiempo que le permite el trabajo laboral. Sus padres, la gran mayoría, ahí, tranquilos, a lo suyo, incapaces de valorar las circunstancias.

No todo son críticas a los presidentes extremeños, el resto de España y parte del mundo están tan agradecidos, como para hacerles un gran monumento a todos juntitos, por su extraordinaria filantropía al cederles su riqueza humana, que les permite aumentar su propio desarrollo, sin el enorme costo del cultivo de cerebros y formación profesional.

EL PASO DE LOS AÑOS

El tiempo es como debiera ser

María Francisca Ruano

Cáceres

Nosotros tampoco. Pero, el tiempo, del tiempo no hay nada apenas que quede por decir. Hay cuatro estaciones. Hay registros. Hay anomalías. Hay excesos, hay defectos, para arriba o por debajo, cifras inferiores o superiores, se mide el viento, la lluvia, los temporales, las máximas o las mínimas, las horas de sol, las formas de la luna, eclipses, se miden los litros de agua y se restan las inundaciones o las sequías, la cantidad de rayos, las tormentas secas o con pedrusco, el minuto que resta diario cada atardecer de estío, las gotas frías, las olas de calor excepcional, o no. Las de frío intenso o siberiano, heladas o cencelladas. Y, o todo es normal, o anormal, y, antes, o pasaba, o esto no había pasado jamás.

Por eso, y algo más, el tiempo nunca es como debiera ser. Como las vidas de nosotros mismos. Pero, podemos, sabemos, queremos conversar de ello en todas partes del mundo. Estrategias, estratagemas, eufemismos.