El nacimiento de crías de una especie animal amenazada es siempre una buena noticia, aunque a veces esta buena nueva puede tener una cara triste.

La pasada semana nacieron en el Centro de Cría en Cautividad El Acebuche (Huelva) cinco cachorros de hembras del Programa de Conservación Ex-Situ del Lince Ibérico, siendo los primeros partos que se producen este año. Una de las linces, Saliega dió a luz a tres cachorros, de los que uno murió después de que su madre le apartara tras el parto y mantuviera en la paridera "pero sin hacerle caso", como señala el equipo de El Acebuche.

La otra lince que fue madre la pasada semana, Brisa , primera hembra nacida bajo el Programa de Conservación Ex-situ del Lince Ibérico, parió prematuramente dos cachorros, de los que uno nació muerto y otro murió tras un día y medio en la unidad de cuidados intensivos.

A pesar de todo, el director de la Estación Biológica de Doñana (EBD), Fernando Hiraldo, dijo que los resultados del proyecto, dirigido por la científica Astrid Vargas, son "magníficos" y aseguró que las muertes fueron "inevitables". Por ello, insistió en que el programa es "de lo mejor que se ha hecho en conservación de la naturaleza en los últimos años en España", aunque reconoció que "no será suficiente, si no va acompañado del mantenimiento de hábitats del lince".

En esta línea se sitúan también Ecologistas en Acción de Huelva, aunque estos alegan que esta recuperación de los hábitats es "urgente" ya que de no realizarse, el programa será "un estrepitoso fracaso, un derroche de dinero público y una actuación de cara a la galería".