Una boca de gran tamaño y un amplio espectro de especies entre sus costumbres alimenticias caracterizan al siluro, un pez cuya presencia puede suponer un gran impacto en los ecosistemas acuáticos.

Este peligro es que ha llevado a la Asociación Española de Black-Bass - Aebass a denunciar ante la Confederación Hidrográfica del Tajo la aparición del siluro en aguas extremeñas y el fuerte impacto que esta puede causar en el entorno.

Desde finales del 2007 y lo que va del 2008 en el Tajo extremeño se ha atestiguado la existencia de numerosos ejemplares aguas abajo de la presa de Arrocampo, en el término municipal de Almaraz.

La causa por la que se capturan un número tan destacado de ejemplares de esta especie en este lugar parece estar en la corriente de agua caliente procedente de la presa de Arrocampo que se vierte sobre las aguas del río Tajo, como explican miembros de la Aebass.

Impacto ambiental

El texto presentado por la Aebass ante la Confederación Hidrográfica del Tajo señala que la presencia del siluro en la cuenca del Tajo como especie exótica invasora que es, puede suponer un gran impacto en los ecosistemas acuáticas, cambiando los roles de las especies nativas en la comunidad, alterando los procesos evolutivos y produciendo cambios radicales en las especies, incluyendo la extinción de muchas.

Esta extinción supone una gran amenaza para la biodiversidad de la zona, la cual cuenta con áreas de gran valor ecológico como el Parque Nacional de Monfragüe y el Parque Natural del Tajo Internacional y, como no, de la biodiversidad a nivel global. La alteración de los procesos ecológicos lleva a su vez unos costes económicos que no se verán restringidos a unos límites geográficos o políticos.

Todos los efectos que puede producir la presencia del siluro se han podido atestiguar con claridad en la cuenca media y baja del Ebro, donde la situación de las poblaciones de peces autóctonos es catastrófica. Allí han desaparecido de la mayor parte de los tramos de la cuenca del Ebro, también se han visto afectadas las aves acuáticas las cuales han desaparecido de grandes zonas debido a la presencia de este súper depredador.

Por tanto, según la Aebass, se puede atestiguar sin ninguna duda, que la presencia del siluro en aguas del Tajo supone la mayor amenaza biológica con la que se ha encontrado la cuenca del Tajo hasta el día de hoy. De tal forma que urge tomar medidas de control contra ésta especie con el fin de frenar su expansión y evitar así su propagación.

Para lograr estos objetivos, la Asociación Española de Black Bass propone una serie de medidas a adoptar entre las que están la prohibición de la pesca del siluro, del traslado vivo de este pez, de su devolución al agua con vida y de comercialización de material de pesca destinado al siluro.

Se propone también la pesca eléctrica de esta especie por parte de los organismos pertinentes, así como la vigilancia exhaustiva de todas las zonas donde ha sido introducido.