La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, apoya "una caza científicamente planeada, limitada en el espacio y el tiempo" de las poblaciones de lobo ibérico dirigida a reducir los conflictos con los ganaderos.

Así lo puso de manifiesto en una carta remitida el pasado 11 de febrero a la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPA) que le solicitó el pasado mes de noviembre respeto y protección a la vida de esta especie.

"Hay que considerar que el lobo, en determinados casos, puede originar conflictos, dado que es una especie muy conflictiva, que en algunos lugares origina serios daños al ganado y también alguna animadversión en el mundo rural. Por esta razón, su gestión resulta verdaderamente compleja", añade la ministra de Medio Ambiente.