La Guardia Civil ha detenido a cuatro personas de Almaraz y Navalmoral en la operación Cántaro roto, acusadas de usar tarjetas de crédito robadas o perdidas con las que estafaron 37.350 euros (6.214.517 pesetas).Uno de los detenidos es Tomás Retamosa, alcalde de Almaraz, acusado de utilizar el lector de tarjetas de su establecimiento comercial dedicado a alimentación. Los cuatro implicados F.A.G, A.E, M.J.A.S y el ya citado se encuentran a disposición del juzgado número 1 de Navalmoral que lleva la investigación.OPERACIÓN CÁNTARO ROTOLa Guardia Civil de Cáceres ha dado por terminada la primera fase de la operación Cántaro roto con estas detenciones.Las investigaciones comenzaron en el mes de agosto, tras detectar el departamento de Medios de Pago de la Caja de Ahorros de Extremadura diversas anomalías en la utilización de los datáfonos (lectores de tarjetas de crédito) en dos establecimientos: uno en Almaraz y otro en Navalmoral de la Mata. Uno de estos establecimientos es la tienda de alimentación del alcalde de Almaraz, Tomás Retamosa. La suya fue una de las cuatro detenciones efectuadas en Almaraz y Navalmoral de la Mata.La Guardia Civil señala que el procedimiento que utilizaban los presuntos estafadores, era "pasar" por los datáfonos instalados en los locales comerciales tarjetas de crédito de ámbito internacional que habían sido sustraídas o perdidas.En el mes de agosto fueron detenidos dos vecinos de Almaraz, entre los que se encontraba el alcalde, y se registró el establecimiento que los dos regentaban. La documentación intervenida en el registro, permitió identificar a otros dos presuntos autores del mismo delito, que fueron detenidos en el mes de octubre. Se registró también otro establecimiento comercial.Los cuatro detenidos son acusados de haberse apropiado de un total de 37.350 euros (6.214.517 pesetas), de los que una parte pasó directamente al responsable del establecimiento comercial. Utilizaron un total de 41 tarjetas de crédito, que han sido emitidas por las entidades de crédito VISA y Mastercard en diferentes países de la Unión Europea, como Alemania, Francia, Portugal, Reino Unido, Suecia y España.El número de intentos realizados con las tarjetas de crédito fue de 160, con los que intentaron conseguir 198.000 euros (alrededor de 33 millones de pesetas).Este tipo de procedimiento delictivo ya ha sido detectado en otros puntos del territorio nacional. Se suelen utilizar tarjetas internacionales perdidas o robadas, que se compran en el mercado negro y que después se pasan por los terminales de punto de venta de los establecimientos en los que sus dueños consienten estos fraudes.