Será este fin de semana cuando se compruebe cómo aceptan los jóvenes la decisión adoptada esta semana por el alcalde Rafael Mateos y que establece la prohibición de ingerir alcohol en cualquier lugar de la vía pública. De esta manera, el consistorio moralo prohíbe la celebración de botellones tanto en el recinto ferial como en cualquier otra zona del término municipal. Así de tajante se mostró el representante municipal quien apuntaba que cualquier persona que realice esta práctica recibirá una sanción económica. Y aseguraba "mi decisión es absolutamente firme ". MOTIVOS Rafael Mateos explicó que había tenido que adoptar esta postura debido a que cada vez son más los actos de vandalismo que se producen en la zona del ferial, lugar donde hace diez meses el equipo de gobierno municipal trasladó el botellón porque consideraba peligroso que éste se celebrara en las inmediaciones de la piscina municipal, ya que los jóvenes debían acudir a dicho lugar en vehículo.Esta decisión causó el malestar entre los vecinos de la zona, quienes exigían su derecho al descanso y habían denunciado en reiteradas ocasiones que tenían que sufrir situaciones como que los jóvenes hicieran sus necesidades en las fachadas de las viviendas. INCUMPLIMIENTO El mandatario moralo aseguró que decidió trasladar esta práctica nocturna de la piscina al recinto ferial después de haber hablado con los jóvenes en dos ocasiones y establecer una serie de normas como la de que debían ubicarse en la zona más alejada de las viviendas que allí se encuentran. Sin embargo, afirmó que "no han respetado ni normas, ni a personas, ni al mobiliario " y apuntó "he tenido paciencia más que suficiente ".También lamentó el alcalde que no hubieran aceptado su consejo de constituirse en asociaciones para que así "el ayuntamiento pudiera tener un interlocutor " y solicitó la colaboración de padres y vecinos en general para que, tras esta medida pueda acabarse con la práctica del botellón , aunque aseguró: "Sé que no es fácil ".