Según informaba esta misma semana el diario El País las cuatro muertes acaecidas en la residencia geriátrica privada Nuestra Señora de Sopetrán, en Jarandilla de la Vera, a causa de una infección de salmonelosis, fue debida en gran medida a los deficientes cuidados por parte de los responsables del citado centro. Según asegura El País, "reparten la responsabilidad de las cuatro muertes entre un protagonista principal --los responsables de la residencia Nuestra Señora del Sopetrán, por la escasez de plantilla-- y uno secundario --los equipos sanitarios de la Junta de Extremadura, que no detectaron la deficiente hidratación de los enfermos hasta que ya era tarde-- ".

Y es que según el libro de registro de la residencia los médicos del punto de atención continuada (PAC) de la población visitaron regularmente el centro entre el 11 y el 19 de diciembre --las dos primeras muertes se produjeron los días 14 y 19-- "siendo evidente que la hidratación de los enfermos no era la adecuada ". No obstante, según continúa el artículo, la residencia tardó más de una semana en contratar a otro auxiliar. A pesar de este extremo, el equipo médico del hospital Campo Arañuelo no se desplazó hasta Jarandilla hasta el día 19, cuando ya habían fallecido dos ancianos, trasladando al centro hospitalario a otros nueve intoxicados.

No obstante, según el informe al que ha tenido acceso El País, desde el Campo Arañuelo se afirma que se tardó tanto en intervenir "por que creían que la situación estaba bajo control ", mientras que desde el PAC jarandillano se asegura "que se alertó al hospital de la caótica situación en la residencia ".

La investigación llevada a cabo por la Junta de Extremadura --desde dónde se instó a los responsables de la residencia a que aumentaran la plantilla tras una inspección llevada a cabo por la Consejería de Bienestar Social en noviembre-- se apunta que el día 9 se sirvió la cena con una crema contaminada por la salmonela. Este mismo tipo de salmonela fue detectada en los análisis realizados en las heces de los fallecidos y en el organismo de dos trabajadores que cocinaron aquella noche, y que finalmente resultaron ser portadores.

Así las cosas, familiares de los afectados esperan a que concluya la investigación judicial --a cargo de los juzgados de Navalmoral-- para depurar responsabilidades y tomar las medidas legales que proceda.