El Ministerio de Justicia ha decidido indultar a María Oliva Vacas de la pena de tres años y medio de prisión a la que estaba condenada por un presunto delito de lesiones al que entonces era su marido. Así lo refleja el Real Decreto 732/2003 de 13 de junio, que aparece publicado en el Boletín Oficial del Estado. Tanto María Oliva --que durante los años que duró su matrimonio sufrió maltratos físicos y psíquicos por parte de su cónyuge-- como su familia negaron en todo momento que esa agresión a su marido se hubiera producido. Según la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Madrid, Oliva Vacas era condenada por un delito de tentativa de asesinato con agravante de parentesco, señalando en la misma que la mujer había rociado a su marido con un líquido inflamable en la cara.Además, como consecuencia de las continuas palizas que recibía de su cónyuge, Oliva Vaca perdió su ojo derecho. Esta agresión, ocurrida en febrero de 2001, llegó incluso a ser presenciada por su hijo menor. Actualmente tanto ella como sus hijos se encuentran en un centro de acogida por temor a posibles represalias.MUJERES QUE AYUDANPero sin duda, Oliva encontró un punto de apoyo muy importante en la Asociación Mujeres que Ayudan, de Navalmoral, que nada más conocer los hechos y la condena se hicieron eco de la penosa situación por la que atravesaba María Oliva Vacas: víctima de malos tratos, con dos hijos a su cargo, sin recursos, y con más de tres años de cárcel por delante de condena.Así las cosas, hace dos años se inició una movilización con epicentro en Navalmoral para recoger el mayor número de firmas posibles que respaldaran la solicitud de indulto para María Oliva. Chelo Luque, presidenta de Mujeres que Ayudan, mostraba su satisfacción y agradecimiento a todas aquellas personas que habían colaborado con su rúbrica: "Extremadura ha firmado por María Oliva ", afirmó, señalando que este era el resultado de tantas horas de trabajo.Según los datos con que cuenta la asociación, más de 120 consistorios de toda la región se adhirieron a la petición de indulto, dándose la circunstancia de que en muchos de estos municipios era el propio consistorio el que se encargaba de la recogida de firmas. De hecho, el número de rúbricas recogidas superó holgadamente las 20.000.Luque recordaba uno de los casos más anecdóticos que se habían dado durante este periodo: "Recuerdo a una persona muy anciana que llamó a la asociación, que decía que había sido periodista, y que tras leer la noticia del suceso y la posterior condena le había impactado tanto la situación que estaba empeñado en ser el abanderado de esta causa en su pueblo ".La presidenta afirmó que habían sido muchas las personas que la habían parado por la calle para preguntarle por la marcha de la recogida de firmas y por el indulto, y que ahora debería dedicarse a llamar a todos los que pudieran para darles a conocer la grata noticia.