Rodeado de un bosque de robles, a los pies de la Sierra de Gredos y a orillas del pantano de Rosarito, se encuentra el centro de turismo rural El Mirlo Blanco, un espacio abierto y lujoso en plena naturaleza. Situado en el paraje Pedro Crespo, en una finca de 17.000 metros cuadrados en la localidad de Candeleda, los huéspedes podrán degustar platos típicos de la zona o los innovadores y exclusivos manjares creados por el cocinero de El Mirlo Blanco. Después de la comida observando el Puerto del Pico, nada mejor que relajarse en su jardín en medio del que se encuentra la piscina ibicenca con agua natural salada o descansar en uno de los diecinueve bungalows. "Hemos pretendido crear un concepto diferente de alojamiento", comentaba Manuel Antolín, responsable de márketing del centro de turismo. Además dispone de una sala de conferencias con capacidad para cincuenta personas, que puede albergar exposiciones y en la en la que las empresas pueden celebrar sus reuniones. Y el primer viernes de cada mes los huéspedes podrán disfrutar de un espectáculo en las cenas.