A través de estas líneas, trataré de reflejar mis experiencias carnavaleras, que voy a diferenciar en dos etapas, antes y después del año 79. Guardo en la memoria aquellos años de mi niñez y adolescencia en que vivir el Carnaval era de obligado cumplimiento en la familia; en mi caso, se limitaba casi a disfrutar el baile de disfraces del Rosneo, o competir en las carreras de cintas que se celebraban en la ermita; no recuerdo, sin embargo, a pesar de la conocida fama de carnavaleros de mis abuelos Juan y Antolina, de sentirme "dentro del Carnaval" de verdad. Debió de ser a partir de los 17 o 18 años (1964/65), cuando surgió de verdad el "gusanillo" del carnaval, posiblemente alentado por las anécdotas que escuchaba a diario a los clientes de la taberna que teníamos en la plaza Vieja. La afición fue creciendo, y con ella la participación anual en los desfiles.La segunda etapa, a partir del año 1979, la vivo desde mi actividad en la vida política municipal; a partir de ese momento, aunque continué participando de forma activa con mi grupo de siempre y seguíamos con la tradición de disfrazarnos, lo vivía también pensando en las personalidades que podía traer a nuestras fiesta.Recuerdo con nostalgia, y con pena al mismo tiempo, el Carnaval del año 1980 y el trabajo que me costó convencer para que se disfrazara con nosotros, a mi amigo Rafael López Gamonal (q.e.p.d), a la sazón vicepresidente de la Junta Preautonómica de Extremadura. El pobre Rafa nunca olvidó aquel martes de carnaval desfilando vestido de pirata y estoy seguro, que allá donde éste recordará ese día como uno de los más felices de su vida. Era a partir de ese año 79, otra forma de disfrutar del carnaval, ya que había que compaginarlo con la preocupación de que todo saliera bien, que no hubiera fallos, aunque todo estuviera debidamente coordinado por mi amigo y magnífico concejal de Festejos, Eduardo López Carrasco. En cualquier caso, en aquellos años de 1979 a 1983, todo el grupo de concejales de UCD --Kopa (q.e.p.d), Leandro, Richard, Carlos, Fernando, etc-- nos sentíamos en aquellas fechas concejales de Festejos y estábamos desde el primer día, participando y colaborando con Eduardo, a pesar de que él tenía un formidable equipo de personas. ¡Viva el carnaval!