No mereció tal castigo el equipo de Navalmoral. Luchó más, jugó mejor, disfrutó de más ocasiones de gol y perdió. Durante casi toda la segunda mitad lo hizo además con un jugador menos sobre el campo por la expulsión de Oliver, justa por como se produjo aunque fue provocada por un golpe franco que nunca debió ponerlo en juego el Plasencia porque antes de la falta que pitó el árbitro, el asistente había indicado fuera de juego. Los moralos fueron netamente superiores a unos placentinos que deberán mejorar mucho si no quieren despedirse a la primera de cambio del ascenso, si es que logran clasificarse para la promoción. Jugando como ante los de Rafa Rincón Rus lo tendrán difícil. Ni las bajas con las que afrontaba el partido es excusa. Los verdes crearon tantas oportunidades para marcar que erigieron al joven guardamenta visitante Luis como el mejor de los 90'. Tito y Pedro, dentro del primer minuto, ya le pusieron a prueba y fueron incapaces de batirle por su enorme habilidad. Rubén, a centro de Willy desde la derecha, fue el único que pudo marcarle ganando muy bien la posición a su marcador en el segundo palo. Al comienzo de la segunda mitad el Plasencia empató de penalti e intentó defender como pudo lo que vino a buscar al Municipal aun teniendo un jugador más sobre el campo. El Moralo se dio cuenta y le arrolló. Otra vez Tito y Pedro, además de Willy y Crece, volvieron a obligar a Luis a emplearse a fondo, pero su nulidad les costó caro. El grave error del asistente no concediendo fuera de juego a César Reyes premió sin merecerlo a su equipo.