No fue para tanto como podría parecer lo que ocurrió en el interior de la pista de atletismo. El encuentro fue malo, acabó 1-1 porque ningún equipo fue superior al otro, pero no fue ni mucho menos antideportivo a pesar de la insignificante y duradera rivalidad que existe entre ambos clubes, cada vez más sana por suerte.El árbitro Juan García Chaves, también local, no estuvo a la altura de las circunstancias que se dieron en el enfrentamiento. Le faltó serenidad a pesar de que probablemente recibiera alguna protesta acalorada (incluso acompañada de insultos o gestos despectivos) y de que existieran acciones merecedoras de tarjeta. |él, como juez de la contienda y con más experiencia que los chavales, tuvo que cargarse de paciencia y comprensión, y ser mucho más dialogante de lo que fue para no dejar a la Escuela Morala con sólo 7 jugadores sobre el campo y al Moralo con 8. Las consecuencias las seguirán pagando en la próxima jornada los equipos con esas bajas seguras por sanción de los futbolistas que lamentablemente integran plantillas muy cortas. Este sábado el Moralo jugará en casa ante el Miajadas y la Escuela frente al Plasencia a domicilio.Por doble amarilla fueron expulsados los locales Yosu y Alejandro, y los visitantes Joseba y Miguel. Por roja directa se marcharon antes de tiempo Nacho e Iván, de la Escuela, y Chema del Moralo. Además de esa retahíla de amonestados, varios jugadores más de uno y otro conjunto vieron cartulina amarilla.El primer periodo fue muy flojo y aburrido, y ya terminó con un jugador expulsado por cada bando. El segundo fue aún más anodino, sólo animado por las expulsiones restantes, ante la algarabía del centenar de espectadores, y los goles. El primer tanto lo anotó Julio (70') para el Moralo tras sacar magistralmente una falta directa desde fuera del área sin que el cancerbero Alexis nada pudiera hacer pese a su estirada. El segundo llegó precedido por unas claras manos bajo palos que dio paso al inevitable penalti. David (90') lo transformó en gol engañando al guardameta Jorge.