Alfredo Sanjuán Ferrer nació en Epila, provincia de Zaragoza, pero su trabajo le ha llevado a recorrer diferentes puntos de la geografía española. Su barba y aspecto le dan un toque bohemio e intelectual y no resulta extraño imaginárselo enfrascado entre libros y papeles, escucharle hablando con absoluta corrección y una riqueza de vocabulario extraordinaria. Alfredo es un hombre culto y comprometido, le preocupa y se preocupa por la cultura. Algunos le conocerán por su participación en el Foro Alternativo de Navalmoral, mas muy pocos conocen su faceta creativa, su capacidad para investigar en hechos y sentimientos, su esmero por encontrar las palabras justas y precisas para expresarlos. Me recibe en su despacho del ambulatorio. Hay confianza, pues ambos participamos en las tertulias quincenales que surgieron a raíz del taller literario del pasado año. Pero hay muchas cosas que quiero preguntarle, pues uno de sus escritos, titulado Un borbollón de agua ha sido premiado en el concurso convocado por el Servicio Extremeño de Salud y hay un editor interesado en la publicación de un diario que presentó como trabajo de taller al profesor y reconocido escritor extremeño, Julián Rodríguez Marcos. Alfredo, cuéntenos cuándo despertó en usted el gusanillo de escribir (Se ríe antes de responder) Nací escribiendo. Cuando era joven me dedicaba más al verso, como es típico en los adolescentes, pero estos últimos dos años me he centrado en la prosa. Nunca me lo tomé demasiado en serio, en el sentido de que lo hacía para satisfacción personal, no para que fuese leído por un público más amplio. Pero gracias al taller y las tertulias posteriores he descubierto la importancia que tiene que otros puedan juzgar tu trabajo. Te ayuda a mejorar y a perfeccionar lo que haces, compartes tus puntos de vista con otra gente, ya que al practicar la autocrítica nunca sabes si estás errado o en lo cierto. Los escritos son "hijos tuyos " y siempre te parecen lo más hermoso del mundo, necesitas que alguien te abra los ojos para ver los fallos que puedan tener. ¿Qué le animó a presentarse a este concurso? Sobre todo mi mujer, que siempre apuesta fuerte por lo que hago. De hecho, es una suerte poder contar con la colaboración de una persona que me facilita y exime de otros trabajos para que yo me pueda dedicar a esta afición. No soy amigo de concursos en estos tiempos que corren, pues a mí me gusta que el lector se detenga en el contenido más que en si el final de la historia es sorpresivo e impactante, que es lo que se suele juzgar. De todos modos estoy contento, porque se agradece que valoren tus esfuerzos y capacidad. Además, comentaron que la calidad de lo presentado era mucha y tuvieron que releer los escritos varias veces antes de tomar una decisión. Su vocabulario es muy rico y se esfuerza por resaltar la importancia del lenguaje... Sí, es uno de mis principales objetivos. Soy un gran aficionado a la lectura y admiro a aquéllos que cuidan el estilo y se preocupan por no limitarse a un reducido vocabulario, pues si algo tiene la lengua española es una gran diversidad de palabras y matices que están cayendo en el olvido. En la actualidad, por desgracia, el lenguaje se reduce a mínimos, no se disfruta de él y habría que recuperar ese placer. Lo estamos minimizando en aras de los dígitos que nos permite un teléfono móvil y hay que tener en cuenta que toda palabra es una conquista de la humanización del hombre. El lenguaje nos diferencia de las bestias y se han necesitado siglos para encontrar las palabras adecuadas para expresar la raíz de la personalidad humana. ¿Qué le inspira a la hora de ponerse a escribir? Me provoca cualquier noticia, o una simple frase. Ninguna idea es desaprovechable, aunque hay que dejar "enfriar " y reposar las obras un tiempo prudencial que te otorgue una perspectiva distinta a la que tienen en "caliente ", ya que el paso de los días le puede restar significado a algo que en el momento que lo haces te parece maravilloso. Y si no tiene significado para ti menor lo tendrá para los demás. ¿Qué le ha parecido la experiencia del taller literario? Muy positiva. Creo que la Junta de Extremadura ha tenido un acierto y hay que potenciarlos. Soy de los que opinan que habría que seguir escribiendo con "el cincel sobre la piedra ", pues así se escribiría lo preciso y no muchas cosas que no merecen la pena y están en el mercado editorial por seguir una moda. Tener alguien que te oriente y encauce, poder aprovecharse de su experiencia y conocimientos es fundamental para el aficionado que participe en ellos.