Un hombre polifacético y con toda una vida a las espaldas dedicada a Navalmoral. Licenciado en Filosofía y Letras ocupa diversos cargos y es miembro de asociaciones y colectivos locales o regionales que no le eximen de realizar otro tipo de actividades culturales. Ha sido profesor y ponente en coloquios y cursos, autor del escudo heráldico y de la bandera de Valdehúncar, ha pregonado las fiestas y otros actos culturales de diversos municipios o instituciones, ha publicado numerosos libros, unos en solitario y otros en colaboración con otros autores. Además, ha sido y es colaborador de diferentes medios de comunicación. Con sus alumnos del Zurbarán ha participado en diversos concursos culturales, obteniendo bastantes premios. Domingo Quijada tiene muchas aficiones, pero ante todo le gusta su trabajo porque disfruta con lo que hace.¿De dónde viene su gran interés por la historia?-Es por vocación, porque yo hice el bachillerato de ciencias, incluso he ejercido de maestro de física y química en Campo Arañuelo. Estando en Cáceres ejerciendo como maestro, decidí matricularme en Geografía e Historia y así fui descubriendo que lo que me gustaba era esto.¿Y su interés por la metereología?-La metereología es un complemento de la geografía, me encantaba esta materia. Incluso podría decir que fue mi padre el que me estimuló, porque siempre acertaba el tiempo que iba a hacer con tan sólo observar el comportamiento de los animales. Es más, la memoria de la licenciatura la realicé sobre esta forma de prever el tiempo.¿Cómo decidió emprender el proyecto del Museo Arqueológico de Navalmoral?-Como amante de la zona, al ver la riqueza arqueológica existente y la gran cantidad de yacimientos. Por esto, junto con mi amigo Antonio Cordero, que lejos de competir nos complementamos muy bien, nos preguntamos por qué la comarca no podría tener acceso a esta riqueza histórica.¿Cuál ha sido el proceso hasta conseguir que esta idea se hiciera realidad?-Llevamos muchos años con este tema y al final, hace unos cuatro o cinco años, pensamos que el lugar adecuado para albergar el museo podría ser la Fundación Concha, pero ésta no tenía medios suficientes. Entonces vimos que a través del programa Leader, que es una iniciativa comunitaria cuya finalidad es contribuir al desarrollo cultural en zonas rurales, el proyecto se podría llevar a cabo. Propuse este plan en el Consejo Asesor de la Fundación Concha y como el proyecto cumplía los requisitos para entrar en Leader, Antonio y yo comenzamos a elaborar el trabajo. Entonces, se presentó la propuesta, fue aprobada y desde ese mismo momento se está desarrollando con el fin de recupera la memoria histórica de la zona.Usted lleva muchos años en Navalmoral de la Mata, ¿le gustaría continuar su labor en esta región?-Tengo clarísimo jubilarme en Navalmoral, aunque amo mi pueblo y cuando puedo me escapo. Esta localidad forma parte de mi vida y estoy agradecido de que me nombraran Cronista Oficial.