Gracias Navalmoral siempre supe el cariño que mi gente siente por mí. El señor Mateos me ha dicho muchas veces que ese cariño era por el puesto de Festejos y de Educación y gracias a Dios he visto nuevamente que eso no es verdad.Aún sabiendo que muchas personas pueden estar en contra y otras a favor no he tenido que morirme para ver a tantos moralos que han visitado mi casa para demostrarme su cariño. Nuestro teléfono ha estado sonando muchas veces al día. Mirad, éste es el mejor pago que el ayuntamiento y mi pueblo pueden entregarme. Nunca pedí nada y nunca me dieron nada pero siempre esperé que fueran mis hijos los que recogieran el fruto de mi trabajo. Que recogieran el cariño tan grande que yo siento por mi pueblo. Yo no he tenido ninguna paga por estar en ninguna parte y menos aún por trabajar por vosotros, pero hoy me siento feliz porque los 5 millones o 6 se han multiplicado por no cobrarlos en cariño hacia mí y hacia mi familia. Señor Mateos: le dije en varias ocasiones que yo sabía muy bien que nunca estaría sola. Veremos a ver usted el día que no sea alcalde en que situación se encuentra. A las que se marchen fuera no les importará pero yo supongo que, al igual que yo, usted morirá en Navalmoral y sí tendrá que escuchar y ver lo que aquí pase.La vida no se para, señor Tani, ya sé que usted se ha disgustado mucho pero quiero que sepa que soy la misma de ayer y seré la misma mañana. Que seguiré trabajando porque tengo muchas asociaciones a las que dedicar mi tiempo y mi trabajo y espero no defraudarles nunca. Son muchas las personas que hoy me han demostrado que me quieren sin Festejos y sin Educación y me animan para que siga de concejala en nuestro ayuntamiento. Mateos: no he visto cumplido en mi persona ese refrán que dice cuando cae el burro se le dan los palos. Solo he recibido pruebas de cariño y de ánimos para seguir adelante. Veremos a ver si a ti y a tu mano derecha os pasa igual, porque más tarde o más temprano caeréis y, si Dios me da salud, estaré aquí para verlo.DE MONTERíALlegó octubre, fecha esperada para todos los cazadores aunque sean éstos los días que se les imponen. Los propietarios de las fincas cuidan durante todo el año de que el campo esté en las mejores condiciones. Los nervios anteriores al día del evento son muchos. Preparar los puestos, las calles, las tablillas y tantos detalles en algo que parece tan simple. Llegó el sábado: los nervios estaban a flor de piel. ¿Se dará bien? ¿Se matarán muchas reses? La hora del café los torreznos y el chorizo llegó, así como el sorteo de los puestos; se cambian opiniones viendo a quién le tocó este puesto o aquél; si el tuyo es mejor o peor que el mío; si entran mejor las reses o no. Se reza un padrenuestro se dan las órdenes y la comitiva se pone en marcha. Una vez están todos en sus puestos se da la señal y se sueltan los perros, así comienzan los ojeos. Después de varias horas van llegando los cazadores. La mañana se presentó lluviosa pero a las doce despejó y quedó un día muy hermoso de montería. A las 3 empezaron a llegar los primeros coches, se comió muy bien y la alegría era general. Los venados fueron muchos y muy grandes, sus cuernas eran preciosas. Los jabalíes fueron menos. Como siempre Susi Ortiz triunfó matando el solito 7 venados --no me negarás que en la finca de Macarra tienes siempre mucha suerte--. Eduardo, como siempre todo te salió muy bien. Lo mereces porque lo trabajas y has sabido rodearte con monteros que están contigo desde hace 30 años. Gente que con su buen hacer y tu buena organización consigue que salga a pedir de boca. El día acabó tan bien como empezó y los coches poco a poco nos dejaron escuchar en el aire los buenos comentarios de los monteros.