Vivimos uno de los veranos con mayor riesgo de incendios, según los expertos. Las abundantes lluvias caídas durante este año así como las altas temperaturas registradas en los últimos días alertan ante el peligro de que ardan nuestros campos, una desgraciada situación que se repite en esta época estival. Todos tenemos en la memoria alguna de las campañas promovidas desde las instituciones públicas a través de los medios de comunicación para evitar los incendios forestales, las medidas que debemos cumplir para prevenir estos accidentes, sin embargo, parece que estos esfuerzos no son siempre suficientes, y cada año tenemos que lamentar la quema de espacios naturales, una de las principales riquezas de nuestra región. La causa de estas catástrofes se sitúa en la mayoría de las ocasiones en la imprudencia del ser humano. Una falta que, según la ley, está multada con importantes cantidades económicas que por muy elevadas que sean jamás podrán reparar el daño que supone la pérdida de entornos naturales.