Aunque cada vez es menos habitual, ya que según comentaba Antonio González Cordero "la ley prohíbe taxativamente, y castiga con sanciones, el uso de detectores de metales en los yacimientos arqueológicos ", todavía pervive la figura de los buscadores de tesoros , que utilizan estas piezas para el "trapicheo ", si bien es verdad que "la mayoría de personas, sabe que el buscar restos arqueológicos empezó como un entretenimiento y ahora lo más recomendable es depositarlos en un museo ", afirma Antonio González.

Sin embargo, según relataba González a LA CRÓNICA "sólo en la localidad morala hay alrededor de una veintena larga de colecciones privadas".

La más interesante de las colecciones privadas que se conocen en la zona y que "afortunadamente se encuentra en el museo de Cáceres ", es un tesoro orientalizante de los siglos VI-VII a.c.

Compuesto por arracadas de plata y basculantes egipcios, este tesoro fue hallado en Talavera la Vieja con un detector de metales.

"Es muy importante concienciar a la gente de que los restos y piezas deben estar en un museo para su estudio, porque es a través de ellos como podemos desentrañar las incógnitas del pasado y conocer la Historia, ya que ésta es el carnet de identidad de la gente que vive en un territorio ", concluía González.