El Museo Arqueológico de Navalmoral de la Mata fue inaugurado el pasado 5 de julio y se encuentra en la segunda planta de la Fundación Concha. Al quedar el local, donde ahora se encuentra el museo, vacío y tras albergar una escuela de música, se decidió poner en práctica algún proyecto que fuera de provecho para la población morala.Todo comenzó hace 5 años, cuando Antonio González Cordero, profesor de arqueología, y Domingo Quijada propusieron a la Fundación Concha la idea de albergar un museo arqueológico con las piezas existentes en Campo Arañuelo. La fundación estudió la idea y mostró su apoyo, ya que parecía una iniciativa interesante a nivel educativo. Después, presentaron el proyecto a Arjabor, Asociación para el Desarrollo de la comarca del Campo Arañuelo, que trabaja en colaboración con Leader +, una iniciativa comunitaria que tiene como finalidad contribuir al desarrollo rural, mediante el apoyo a proyectos que valoricen el patrimonio natural y cultural. Arjabor aprobó la idea, al igual que luego lo haría la Junta. La Fundación Concha siempre emprende iniciativas culturales que beneficien a la zona, con este objetivo y con todos los medios con los que contaba, sus miembros han conseguido que el Museo Arqueológico de Navalmoral ya esté en funcionamiento, aunque todavía ultimando detalles, con el objetivo de ir mejorando.En Campo Arañuelo existen muchas piezas arqueológicas de diferentes civilizaciones, ya que en la zona se han encontrado muchos yacimientos. Esta es la primera iniciativa de este tipo que se da en Navalmoral y que permite valorar la historia de este lugar. Un sitio de gran interés para los habitantes de la zona y para los turistas. Además, según comenta uno de los miembros de la Fundación Concha, este museo es una gran oferta para las escuelas. Las piezas que aquí se pueden encontrar están donadas por los ciudadanos, pero siempre dando constancia de ello a la Junta de Extremadura. La Junta poco a poco irá dejando piezas a este emplazamiento cultural, para ir renovando el material y por tanto poder ofertar una mejor muestra.Estos recuerdos del pasado se pueden visitar de forma gratuita de 10 a 13 horas, pero esto es todavía provisional. A lo largo de 4 salas se descubren los restos que dejaron los diferentes habitantes que albergaba Navalmoral en la antigüedad. El encargado de organizar el Museo Arqueológico ha sido Antonio González Cordero, profesor de arqueología, que también ha reconstruido algunas piezas con ayuda de otros interesados. Al mismo se encargará a partir de septiembre de realizar visitas guiadas, como la que ya realizó el pasado día 15 de julio. Posteriormente, se formará a otras personas en la materia que ocupa al museo, para que puedan explicar a los visitantes lo que ven y tengan un conocimiento más amplio de la cultura del lugar.LAS SALASLa primera sala ocupa el período que va del Paleolítico al Epipaleolítico. Aquí encontramos muestras de arte rupestre, elementos del Megalitismo y del Neolítico. La segunda sala cubre la Edad del Cobre, del Hierro y del Bronce, aquí se observan las primeras piezas que se hacían con estos materiales. Estas salas albergan utensilios en piedra tallada de la época Prehistórica, Paleolítico Superior e Inferior. También contienen micro piezas del Neolítico, que muestran el desarrollo del tratamiento de la piedra que hacían los hombres de la antigüedad en sus labores de caza y recolección. Además de restos de cerámica y hachas. La tercera sala ya trata de la época romana, recorriendo los enclaves más importantes de la zona, entre los que destaca el de Augustóbriga como centro urbano de importancia dentro de las rutas del Imperio Romano. También se pueden observan piezas de ritos funerarios, exvotos, adornos, armas y monedas. El mundo visigodo también tiene cabida en este museo, con una gran información de los núcleos que en aquella época fueron relevantes, como los restos de la basílica de Peraleda de San Román. La cuarta sala contiene elementos de la Tardoantigüedad romana, del mundo hispano-visigodo y del islámico. Muestra del Islamismo es la muralla e la Kora de Al-Balat, una fortaleza que defendía parte de la línea del Tajo, pero de la que sólo han sobrevivido algunos restos. De lo que si existe una gran muestra es de cerámica, monedas y armas.