Pablo tiene poco más de dos años y días antes de la llegada de los Reyes Magos ya había mandado la carta con todos los juguetes que quería recibir. Para ello, disfrutó del servicio que ofrecía Correos para esos días, en los que los más pequeños podían enviar sus peticiones por el servicio de mensajería habitual.Sin embargo, los más rezagados o los que preferían utilizar el servicio real se acercaron el pasado día cinco por la mañana a entregar su correspondencia a los pajes orientales, que estuvieron recibiendo a los niños en el Parque Municipal de Navalmoral, donde les esperaban cinco burros para dar un paseo alrededor del parque."Nunca me había subido a un burro y quería probar, además creo que son mejores que los caballos, porque para nosotros son más bajitos", indicó Francisco de cinco años, que en esta ocasión había pedido un libro de cuentos, un juguete y dos refrescos de naranja, "porque tenía sed cuando escribí la carta".La actividad fue una iniciativa del ayuntamiento de la localidad con la colaboración de la Asociación Nutria, que este año se encargaba de programar el campamento urbano de Navidad y cuyos miembros acudieron a la cita con todos los niños que durante las vacaciones han participado en todas las actividades programadas para que los niños invirtieran su tiempo libre en aprender nuevos juegos y conocer otras formas de diversión junto a los de su misma edad.Desde la concejalía de Juventud se aseguró que el dueño de los burros tenía pensado participar con ellos en la cabalgata de Reyes, por lo que los animales iban a estar en el municipio desde esa misma mañana, por lo que era una |3"buena oportunidad para que los más pequeños disfrutaran de un paseo, y así hacer más corta la espera a la llegada de los Magos de Oriente".Muchos de los niños que acudieron al parque, mientras permanecían a la espera se habían acordado de alimentar a los burros y habían cogido hojas de los árboles para dárselas mientras los demás terminaban de dar el paseo.Los niños pasearon en burro por el parque bajo la atenta mirada de sus padres y abuelos, quienes les acompañaron a entregar la carta de los Reyes Magos