Pagarán por ello". La dramática frase no ha salido de un guión, sino de la boca de Dominic Amorosa, abogado de algunos de los 400 agentes y exagentes de la agencia antidroga de Estados Unidos (DEA) que el miércoles presentaron en un tribunal federal de Manhattan una querella por difamación contra American gangster , la película de Ridley Scott que narra el ascenso y caída de Frank Lucas (Denzel Washington), señor de la heroína en los 70 en Nueva York.

El eje de la disputa --en la que los demandantes piden 55 millones de dólares y el cese de la distribución del filme-- es una frase que aparece en la pantalla al final del metraje. En el texto se dice que la colaboración de Lucas, tras su arresto, con el agente Richie Roberts (Russell Crowe) "llevó a que fueran condenados tres cuartas partes de los agentes de la agencia antidroga de Nueva York" entre 1973 y 1985.

Amorosa, que fue el fiscal que llevó el caso contra Lucas en la vida real, afirma que no hubo ningún agente de la DEA ni de ninguna otra agencia o cuerpo de seguridad condenado por las revelaciones de Lucas y denuncia que la frase es falsa y "daña la reputación de cientos de agentes valientes, honestos y decentes".

Uno de ellos es Gregory Korniloff, un agente federal que trabajó en el caso, que ha manifestado su rabia en declaraciones a la cadena ABC. "Después de jugarnos la vida dos años y medio en aquella investigación se nos retrata como una banda de rufianes corruptos", ha dicho. "Al salir del cine te llevas la impresión de que el público ha creído que somos corruptos".

Lo que ocurra en el tribunal puede depender de hasta qué punto se identifique American gangster como un trabajo de ficción, tal como lo definió a finales del 2007 David Berg, vicepresidente de NBC Universal.

De momento, un portavoz del estudio ha denostado la demanda asegurando que "no tiene base jurídica". El estudio defiende que la frase cuestionada hace referencia a miembros de la policía y de la agencia antidrogas y no a los agentes de la DEA.