Un simposio internacional, exposiciones, una web, publicaciones monográficas y la reedición de sus obras servirán para homenajear al bibliógrafo y filólogo extremeño Antonio Rodríguez-Moñino al cumplirse este año el primer centenario de su nacimiento. El comité de honor quedó constituido ayer en la biblioteca pública que lleva su nombre y el de su esposa María Brey en la capital cacereña.

Presidido por el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, también forman parte de este órgano la Real Academia Española, la Universidad de Extremadura, las Consejerías de Cultura y de Educación, las Diputaciones de Cáceres y de Badajoz, la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, los Ayuntamientos de Calzadilla de los Barros y Cáceres y Julia Rodríguez-Moñino, su sobrina, como representante de la familia. Un comité técnico se encargará de supervisar el programa previsto.

Las actividades comenzaron ayer con una conferencia a cargo de Víctor Infantes, de la Universidad Complutense, y la apertura en la capital cacereña de una exposición itinerante sobre su vida y obra, destinada especialmente a estudiantes de Secundaria y Bachillerato. Además, está previsto que la Editora Regional de Extremadura saque a la luz sus obras literarias inéditas y que la revista Alborayque , de la Biblioteca de Extremadura, publique un número monográfico sobre su labor.

La Diputación de Badajoz también rendirá tributo a la trayectoria de Rodríguez-Moñino con la reedición de una de sus obras para el público infantil y juvenil y el Servicio de Publicaciones de la Uex recuperará dos números de El Criticón , revista unipersonal del filólogo. El plato fuerte será la celebración de un encuentro internacional los días 24, 25 y 26 de noviembre en la Biblioteca Pública de Cáceres.

La constitución del comité de honor del primer centenario del nacimiento del erudito, nacido en Calzadilla de los Barros en 1910 y fallecido en Madrid 60 años después, sirvió como primer tributo a su aportación. "Fue más reconocido fuera que dentro de Extremadura. Su vida estuvo dedicada a la cultura con mayúsculas", afirmó Fernández Vara para destacar la huella que Rodríguez-Moñino dejó en la cultura española, marco en el que se ha situado este centenario.

ERUDITO CERCANO El académico Santiago Castelo también recordó su cercanía y destacó que los actos deben servir "para la restitución de su figura". La dedicatoria que le hizo el erudito a Castelo en 1968 fue ayer uno de los mejores ejemplos para poner de manifiesto el cariño que dejó en otros autores y los vecinos de la localidad en la que nació.

Por este motivo, el alcalde de Calzadilla, Antonio Galván, propuso que se le conceda la Medalla de Extremadura a título póstumo. El regidor hizo hincapié en el importante legado de Rodríguez-Moñino, extremo en el que coincidieron también la alcaldesa de Cáceres, Carmen Heras; el presidente de la Diputación de Badajoz, Valentín Cortés, y el vicepresidente de la de Cáceres, Miguel Angel Morales.