Un divorcio llegado de Rusia ha dejado helados a los seguidores del Chelsea. Después de 15 años de matrimonio y cinco hijos en común, el multimillonario Roman Abramovich, propietario del club londinense, y su esposa, Irina, se han divorciado en secreto en los tribunales rusos.

El segundo hombre más rico de Gran Bretaña y 16º del mundo comenzó a salir hace un año con Daria Zhukova, una modelo de 24 años hija de otro oligarca ruso, Alexander Zhukov, amigo de Abramovich.

Los portavoces del magnate no han especificado el acuerdo económico, pero quizá se trate de uno de los divorcios más caros de la historia. Irina, una antigua azafata de Aeroflot, podría recibir hasta la mitad de los 16.000 millones de euros que posee su ex. Todas las fuentes apuntan a que ha sido ella quien ha preferido terminar con el matrimonio al negarse Abramovich a romper con Daria. Aunque los amantes han intentado eludir las cámaras, el año pasado ambos asistieron en Barcelona a un partido de la Liga de Campeones del Chelsea contra el Bar§a. También han sido vistos en Moscú y Tel-Aviv. El lunes se vio a la pareja en el lujoso hotel Fouquet de París.

Abramovich deberá ceder ahora a Irina parte de su patrimonio, que incluye, entre otros bienes, una fabulosa mansión familiar en Londres, una finca con 100 caballos en Inglaterra y una villa en la localidad francesa de Saint Tropez. Además está el Chelsea Club de Fútbol, con una deuda de 450 millones de euros, que Abramovich compró en el 2003 y del que parece cada vez más desinteresado.