Ni ruptura ni continuismo: integración. Este es el objetivo que se ha marcado la nueva presidenta de la Academia de Cine, la guionista Angeles González-Sinde, que junto a los directores Enrique Urbizu y Manuel Gómez-Pereira, como vicepresidentes primero y segundo, fueron elegidos ayer para dirigir la cúpula de esta institución los próximos tres años. Sustituyen a Mercedes Sampietro (ausente por trabajo en Argentina), David Trueba y Montxo Armendáriz.

La apuesta por la integración supone trabajar por la vuelta de los académicos que se fueron --Pedro Almodóvar y José Luis Garci, entre los más famosos--, implicar a todos los sectores afectados --intérpretes, realizadores, distribuidores, técnicos...--, acabar con las rencillas internas y con los enfrentamientos con la administración, potenciar el cine español entre los niños y los jóvenes y buscar patrocinadores para proyectos concretos, según manifestaron los nuevos directivos poco después de producirse la elección.

Con la vista puesta en la nueva sede, que se abrirá en los próximos meses, González-Sinde afirmó en sus primeras declaraciones que quiere una academia "de puertas abiertas, viva y creativa".

La asamblea celebrada en la sede de la Filmoteca de Madrid registró una muy masiva asistencia para lo que ha sido habitual otros años: unos 250 miembros de los cerca de 1.200 inscritos. La presentación por primera vez de dos candidaturas también fue un revulsivo.

VOTACION En la votación, González-Sinde, Urbizu y Gómez-Pereira obtuvieron 125 votos, frente a los 98 de la terna rival, encabezada por el director artístico Gil Parrondo como presidente y el productor Emiliano Otegui y el actor Eduardo Noriega como vicepresidente primero y segundo, respectivamente.

El momento más emotivo del acto lo protagonizó Juan Luis Galiardo, que micrófono en mano puso en pie a los asistentes al grito de "¡arriba los corazones, hay que estar unidos por la academia!".

Angeles González-Sinde, madrileña de 41 años, es la autora de guiones de películas como La buena estrella , por la que obtuvo su primer Goya en 1998, Lágrimas negras , La puta y la ballena y Los aires difíciles . En el 2004 recogió su segundo Goya, en este caso como mejor director novel, por La suerte dormida .