Recuerdan que en El robo más grande jamás contado (2002), unos ladrones entran en el Reina Sofía y reemplazan el Guernica de Picasso por una copia aparentemente pintada por un preescolar? Es como si algo parecido le hubiera sucedido a la Mostra.

El puñado de obras arriesgadas y brillantes que acapararon el concurso durante la primera mitad del certamen ha sido sustituido en la segunda por un hatajo de películas malas o, peor aún, de naderías incapaces siquiera de provocar rechazo. A esta última categoría pertenecen las competidoras ayer presentadas.

APICE DE TENSION DRAMATICA Dado que es un habitual tras las cámaras de CSI , sorprende que el director Richard T. Lewis no logre insuflar un ápice de energía o tensión dramáticas a The Barney´s version , adaptación de la novela de Mordecai Richler que recorre 40 años de la vida de un judío neurótico, mujeriego, bebedor, acomplejado y tal vez criminal.

El gran problema de Lewis no es su miopía visual --¿será que los episodios televisivos se los dirige un primo suyo?--, sino que, tal como él lo pinta, el tal Barney es un completo imbécil. Solo la estupenda interpretación de Paul Giamatti lo hace soportable.

También la alemana Drei --tres, en alemán-- es totalmente intrascendente, aunque al menos no se toma a sí misma en serio. Lo mejor que puede decirse de este retrato del triángulo que se establece cuando los dos miembros de una pareja se enamoran por separado del mismo hombre es que el director Tom Tykwer huye de los dramatismos.

Lo peor, que la película apenas tiene por dónde hincarle el diente, en parte por la colección de caprichos visuales --pantallas partidas, superposiciones, texturas de celuloide antiguo-- que Tykwer se concede.

Aun descartando ambos títulos de las quinielas, sigue siendo difícil aventurar por dónde irán los tiros en la entrega de premios de esta noche.

LAS MEJORES PELICULAS VISTAS Las mejores películas vistas en el concurso son las estadounidenses Black swan y Meek´s Cutoff , la china La fosa y la chilena Post mortem , así que lo lógico es que se repartieran el León de Oro y el Premio Especial del Jurado.

Por otro lado, es posible que Balada triste de trompeta , del español Alex de la Iglesia, o 13 assassins coincidan más con los gustos de Quentin Tarnatino, presidente del Jurado. Por otro lado, el tipo es impredecible. Conclusión: ni idea.