El cómico y actor extremeño Agustín Jiménez, que forma parte del elenco que estos días representa "Ben-Hur" en el Festival de Mérida, asegura que, para que la comedia sea realmente comedia con letras mayúsculas, debe tener una parte de crítica porque, de no ser así, "se queda en una bufa o patochada".

En "Ben-Hur", Jiménez (Trujillo, 1970), que comparte elenco con Eva Isanta, Elena Lombao, Víctor Massan, Fael García y Richard Collins-Moore, se mete en la piel de hasta cinco personajes, desde el rey mago Melchor, hasta un auriga en la famosa carrera de cuadrigas.

En una entrevista con Efe, el extremeño afirma que el género comedia debe tener un fondo intelectual y una base real, en la que se encuentra la verdad. Por ello, dice, es importante que los actores sean personas "cultivadas".

En este sentido, explica que esto es así porque no todo el mundo se va a leer la obra de teatro, entonces es responsabilidad de los actores que esta parte de la cultura se transmita eficazmente "y si somos unos zotes, es peligroso".

Reconoce que, a pesar de tener experiencia en dirección, lo que más le gusta es actuar porque "es más tranquilo y es la vida que yo soñé, que he ido cumpliendo durante los últimos años y que me hace feliz". Además, asevera que le gusta crear personajes.

Sobre "Ben-Hur", destaca que se trata de una comedia "física, visual y reivindicativa", con muchos tintes de parodia del género romano, por lo que "es un acierto representarla en Mérida".

Es una obra "muy ágil y ligera" y, a pesar de durar en torno a dos horas, "cuando el espectador se quiere dar cuenta ya ha terminado", apunta.

Jiménez asegura que, durante la creación de una obra y sus personajes, siempre intenta pensar como "un niño que recibe un mensaje por primera vez" y, durante los ensayos, reconoce haber "alucinado".

Es un espectáculo visual "a la altura de lo que se espera de un festival internacional de teatro", con elementos "bastantes interesantes".

En la versión de Yllana y Nancho Novo de "Ben-Hur", los actores encarnan a otros actores de una compañía ficticia del siglo I que pretende representar la vida del conocido príncipe judío Judah Ben-Hur.

En este marco, la obra tiene una reivindicación feminista "muy interesante" que va acorde con los tiempos y con la revolución que se vive estos días, afirma el actor.

Así, critica la forma en la que en la película de Ben-Hur de 1959, al igual que en el resto de películas de Hollywood coetáneas, las mujeres "dejan de existir una vez que se casan". "Jugamos mucho con esta película como referencia", añade.

Por último, afirma que por el Teatro de Mérida ya ha pasado alguna vez como visitante pero "nunca como parte de un evento en cuestión", por lo que confía en "estar a la altura de este lugar, que es un referente".

Asimismo, asevera que, al ser su "tierra", el sábado irá toda su familia y "la responsabilidad es grande", por lo que espera que la gente se ría con lo que han preparado entre todos los miembros de la compañía.