Hollywood está de capa caída. A la larga sequía creativa que padecen los grandes estudios --cuya consecuencia más visible es la reciente oleada de nuevas versiones de películas antiguas y de adaptaciones de tebeos de superhéroes--, se une ahora la peor crisis de taquilla de los últimos 30 años. Una crisis que en EEUU registra ya el más largo desplome desde que en 1974 se implantó el sistema que permite conocer la recaudación de forma precisa y que se traduce en 18 semanas seguidas de descensos. Un récord.

La última cifra: el pasado fin de semana, las recaudaciones sólo llegaron a los 97 millones de euros, un 16% menos que en el mismo periodo del 2004, cuando Fahrenheit 9/11 recaudó 20 millones de euros en su debut. Y con éste son ya 18 fines de semana de declive, una situación que supera el peor momento hasta ahora, cuando en 1985 saltaron las alarmas tras 17 semanas de descensos seguidos.

Ni la nariz de Kidman en Embrujada ni el éxito de la cinta más esperada del año, Star Wars. La venganza de los Sith , han podido paliar la situación. En su estreno, el 19 de mayo, el Episodio 3 recaudó 42 millones de euros en un día, y desde entonces ha llegado casi a los 300 millones. Pero a pesar del taquillazo de Lucas o de los buenos números de Batman begins (101.4 millones de euros), otros títulos importantes como Cinderella man han quedado muy lejos de las expectativas.

La gran prueba de fuego llegará este fin de semana, uno de los más esperados del año, cuando se celebra la fiesta del 4 de julio. Esta vez le toca al tándem Tom Cruise-Steven Spielberg que, con La guerra de los mundos , esperan frenar la caída en picado.