Diez meses después de su muerte y tras haber escrito sólo una novela, Los girasoles ciegos , Alberto Méndez (Madrid, 1941-2004) sigue cosechando éxitos. Ayer un jurado formado por representantes del Ministerio de Cultura, de las academias española, vasca, gallega y catalana, asociaciones de escritores, críticos, así varios autores, acordó concederle el Premio Nacional de Narrativa 2005, dotado con 15.000 euros.

Los girasoles ciegos , editada por Anagrama, se convirtió en un fenómeno editorial al poco tiempo de salir a la venta, en enero del 2004. Funcionó el "boca-oreja", según su editor y amigo, Jorge Herralde. Se está agotando la sexta edición y próximamente se publicará en alemán, francés, italiano y serbio.

El galardón que concede el Ministerio de Cultura a la mejor obra de narrativa publicada en el 2004 se suma al Premio de la Crítica recibido también a título póstumo el pasado mes de abril. Un hecho "insólito" por tratarse de un autor desconocido y con una única obra, lo que demuestra la fuerza y la madurez del relato, en opinión de Herralde.

La obra que Herralde califica como "un gran clásico", está formada por cuatro piezas entrelazadas ambientadas en la guerra civil. Cuatro historias de perdedores tanto de esta contienda como de la avalancha nazi que recorre la etapa de apogeo de los fascismos en Europa.