Con 48 años y una herencia más que cuantiosa que repartir, Alberto de Mónaco no quiere oír hablar de boda. El príncipe ha dicho que necesita tiempo para tomar la decisión de casarse y que nunca lo hará "por la presión de los medios". Todo se debe a los rumores que le vinculan a Charles Wittstock. Pese a no tener hijos legítimos, Alberto es padre de una niña de 14 años, Jazmin Grace, y de Alexandre, de uno.