Alburquerque celebra del 12 al 15 de agosto una nueva edición de su Festival Medieval. Desde el jueves por la tarde, cuando se produce la apertura de casas, mesones y mercados, la ciudad se echa la calle para concentrarse en la Plaza de España y asistir al pregón anunciador que indica el comienzo de la fiesta. A partir de ese momento, cuentacuentos, bailes, teatrillos y otras actividades se suceden en cada rincón hasta la llegada, en la noche de viernes, de don Pedro y su comitiva portuguesa. Al día siguiente se produce la boda, dando paso al júbilo y alegría de los actos del sábado donde su momento más espectacular en el palenque de las laderas del castillo, el torneo de exhibición en las artes de armas y a caballo, reúne cada año a un mayor número de espectadores. Para terminar, ya pasada la madrugada, se desarrolla el akelarre de brujas invocando al macho cabrío.

"Hay que decir -indica la organización del Festival-, que desde hace dos años se introdujo un hilo conductor de los actos que conforman la fiesta, de modo que es la celebración de la boda secreta entre Pedro I de Portugal e Inés de Castro el motivo en torno al cual gira la programación del evento". Por este motivo, las calles se engalanan para dar la bienvenida al monarca y a la corte portuguesa llegada desde Coimbra para participar en la ceremonia. Durante estos días el protagonist es el Barrio Medieval.