Nada más sentarse en la sala de prensa de la Mostra de Venecia le preguntaron a Woody Allen por cierta connotación entre filosófica y mitológica --muy larga y aburrida para reproducirla aquí-- que podía tener su última película, Cassandra´s dream (El sueño de Cassandra) . Woody se ajustó la montura de las gafas, se acercó al micrófono con parsimonia y, casi sin levantar la mirada, negó cualquier propósito intelectual. "No es nada de lo que usted sugiere. Es simplemente la historia de dos hermanos atrapados, por culpa de sus ambiciones, en una situación trágica".

Parece que de Woody Allen hay siempre quien espera un mensaje fresco e irónico de la actualidad o la condición humana. Y el director neoyorquino, libre de pretensiones a sus 71 años, no siente ninguna necesidad de buscar coartadas eruditas a películas que no van más allá del puro entretenimiento, como es el caso de esta última, presentada ayer fuera de concurso.

Cassandra´s dream es la tercera película del realizador en Londres. Fue rodada el año pasado, previa a la de Barcelona, y es dramática como un retrato al óleo del príncipe Carlos. O trágica, en cuyo caso la comparación también vale. El argumento gira alrededor de un asesinato, un elemento al que Woody Allen ha recurrido con profusión a lo largo de su filmografía.

¿Por qué? "El asesinato es una grapa fundamental del drama. Siempre me ha interesado. De hecho, a lo largo de los siglos se ha revelado como una herramienta integral de las piezas clásicas, como las tragedias griegas, las de Shakespeare, la de Arthur Miller... Es muy interesante porque permite muchas posibilidades dramáticas y explorar las reacciones humanas hasta el extremo", comentó.

Woody reclutó a dos actores renombrados como Ewan McGregor y Colin Farrell, y prescindió de Scarlett Johansson. La dejó descansar hasta Barcelona. McGregor sintetizó muy bien el modo de operar de Allen. "Todos los actores queremos trabajar con él. Por ser quien es, claro, pero también por la forma que tiene de rodar. Va siempre rápido. No malgasta el tiempo con montones de tomas. Eso nos obliga a estar bien a la primera, porque sabes que no vas a tener muchas oportunidades de dar en el clavo. Y luego te deja la tarde libre, lo cual es maravilloso". Farrell, a su vera, asintió con esa expresión tan suya de mosqueo permanente.

LOS PERSONAJES McGregor interpreta al hermano ambicioso, con grandes planes empresariales y una novia actriz cara de mantener como un alquiler en Londres. Farrell es el hermano perdedor. Bebedor, ludópata y, en definitiva, un pobre diablo. Ambos tienen urgencias económicas, lo cual desemboca en una tragedia.

Le habían preguntado a Allen por la atracción del asesinato y después tocó la atracción de la tragedia. "Me lo han planteado un montón de veces y siempre respondo que la vida es una experiencia trágica. Hay momentos cómicos, pero en esencia es trágica. Siempre quise ser un escritor de tragedias, pero en mis inicios gustó más mi lado cómico. Ahora que soy mayor, me gusta escribir tragedias; reflejan mi visión de la vida, que es pesimista, lúgubre, sin mucha fe en la condición humana".

Aunque no cuente en Cassandra´s dream con Scarlett Johansson, eso no significa que su nombre pasara ayer desapercibido. "Me hace gracia cuando dicen que es mi musa. No es verdad. Solo hemos hecho tres películas juntos, Match point , Scoop y la que acabo de rodar en Barcelona. Con Diane Keaton es distinto, hicimos ocho o nueve películas y había una conexión especial. Pero sí, me gusta trabajar con Scarlett. Es una actriz maravillosa, que brilla con cualquier actor que le pongas enfrente, con un futuro ilimitado porque tiene talento y es guapa y radiante". Piropos fáciles de entender.