La Academia del Cine Europeo (EFA), que ayer entregó en Varsovia los premios del 2006, se rindió, por tercera vez en siete años, al talento de Pedro Almodóvar. Penélope Cruz, ya en la alfombra roja, lo tenía clarísimo: Era la noche de Volver . "Es una de las grandes películas de la historia del cine, y la mejor de Almodóvar". Una hora después, el cineasta, con sus repetidas subidas al escenario, provocó emociones tan intensas y genuinas como las que genera su relato sobre cinco mujeres que sobreviven "al viento solano, al fuego, a la locura, a la superstición e incluso a la misma muerte".

Volver acaparó cinco estatuillas, entre ellas una de las más prestigiosas: la que consagra al mejor director, aunque la de la mejor película volvió a recaer en una cinta alemana. Esta vez, en La vida de los otros , la fascinante ópera prima del joven director Florian Henckel von Donnersmarch, que llegará a las salas en enero. El primer premio que recibió Almodóvar, el que concede el público, no era oficial pero sígnificativo, ya que suele coincidir con el veredicto final de los 1700 académicos. "Los espectadores no tienen cara, pero sin ellos no sería nada", reconoció, en su primer discurso Almodóvar, que se esforzó en mejorar su acento inglés. Fue la primera sentida ovación de una larga gala presentada por la directora y actriz francesa Sophie Marceau y el cómico polaco Maciej Stuhr.

A Almodóvar le cambió la cara en el momento en que Sergio Castellito abrió el sobre que desvelaba al mejor director europeo. En ese momento tuvo la absoluta certeza de que la noche era suya. "Volver es mucho más que una película. Es una experiencia vital en la que me han acompañado mujeres increíbles". Y citó a todas las actrices que sedujeron al jurado de Cannes: "Penélope, Carmen Maura, Blanca Portillo, Lola Dueñas y Yohana Cobo".

Cruz no pudo retener las lágrimas. Almodóvar, sí, pero el corazón le dio un vuelco cuando ella saltó a recoger el premio a la mejor actriz. Vestida de dorado en clara alusión al tío Oscar, la protagonista de Volver no ocultó su emoción por la trayectoria que lleva una película que puede situarla por vez primera en los premios de Hollywood. "Te amo", gritó ella, señalando con la estatuilla al cineasta. "Has cambiado mi carrera", prosiguió después de mencionar a su familia, a sus compañeras de reparto, y a la Academia Europea que, para ella, es "una combinación de talento y libertad".

MEJOR FOTOGRAFIA El compositor Alberto Iglesias, que el año pasado optó al Oscar por la música de El jardinero fiel , alabó la entrega de Penélope a la película cuando recogió el premio a mejor mejor banda sonora por Volver . La euforia ya se había apoderado de la mesa en la que sentaba Almodóvar, que ya no pudo evitar las lágrimas cuando José Luis Alcaine subió a por la estatuilla a la mejor fotografía.

Roman Polanski, hijo de polacos nacido en París, fue el primero en poner al público en pie al recibir de manos de Barney Clark, el niño de 13 años que protagoniza su película Oliver Twist , el gran premio honorífico que reconoce toda una carrera. "Me siento feliz cada vez que piso Varsovia. Aquí solo me pasan cosas maravillosas", declaró el director de El pianista .