El actor argentino Héctor Alterio calificó de "gratificante" la respuesta dada por el público al estreno de Yo, Claudio , la obra en la que él es el protagonista absoluto y que abrió el jueves la cincuenta edición del Festival de Teatro Clásico de Mérida.

Sólo minutos después de finalizar el espectáculo, Alterio confesó que había afrontado la noche del estreno con "ansiedad y nerviosidad" debido a que el suyo es el único personaje que permanece en la escena durante las más de dos horas de la representación. En este sentido, resaltó que le "desconcentraba" la posibilidad de perder el aliento en algún momento, puesto que no tenía tiempo de recuperarse entre escena y escena. Y es que a un ritmo vertiginoso y con un simple cambio de voz el actor sustituía una y otra vez al Claudio muerto, irónico y reflexivo, por el hombre tullido y tartamudo que había sido en vida.

La interminable ovación que el público le dedicó a Alterio fue para él "una respuesta gratificante" tras un largo periodo de tiempo sin subirse a un escenario, puesto que su carrera se había centrado en el cine.

También se mostraba pletórica Encarna Paso, que ha abandonado de forma temporal su retiro de la escena para dar vida a Livia, la malvada abuela de Claudio. Para ella, el de Mérida fue "un estreno grandioso, uno de los más importantes" a lo largo de su dilatada carrera artística.

POCOS PROBLEMAS El público, que llenó tres cuartos del teatro, reconoció el trabajo de todos los actores y especialmente el de Alterio en una noche con una temperatura sorprendentemente baja y en la que únicamente algunos problemas con el sonido enturbiaron el estreno. Los asistentes al espectáculo destacaron la calidad de las interpretaciones y la fidelidad de la versión realizada por José Luis Alonso de Santos respecto a la obra de Graves.

Donde sí hubo división de opiniones fue en lo referente al montaje de una pantalla gigante que permitía disfrutar primeros planos de Alterio durante la obra. La mayoría del público alabó la idea, aunque los espectadores emeritenses más puristas criticaron el hecho de que utilizase una instalación de ese tipo en el teatro romano.

Por otra parte, el lunes se presentará el segundo montaje del festival, un espectáculo de danza basado en la obra de Shakespeare El sueño de una noche de verano .

La obra corre a cargo de la Compañía Nacional de Danza de Portugal, bajo la dirección artística del turco Mehmet Balkan, con una coreografía creada especialmente para la ocasión por Heinz Spoerli, director del ballet de Zurich. La música, compuesta por Felix Mendelssohn, Steve Reich y Philip Glass será interpretada en directo por la Orquesta Filarmonia das Beiras.