El escritor Alvaro Pombo (Santander, 1939) aseguró ayer que, sin tener falsa modestia, al igual que muchos otros colegas y escritores de su generación, ha "amado la literatura y la lengua españolas" y "trabajado duro con ellas". "A diferencia, quizá, de otros colegas, yo siempre he tenido la sensación, al escribir, de llevar a cabo una intensa y personal actividad marginal y aislada", matizó.

Con estas palabras comenzó el escritor su discurso Verosimilitud y verdad, pronunciado durante el acto de ingreso en la Real Academia Española (RAE), donde ocupará el sillón j, del fallecido Pedro Laín Entralgo, al que fue propuesto por los académicos Luis María Anson, Luis Mateo Díez y Francisco Rico.

"En el lenguaje castellano se ha tendido a identificar verdad con razonamiento, mientras que se ha reservado la noción de verosimilitud para el pensamiento narrativo, o descriptivo, o contemplativo. Y esto es lo que, en esta ocasión, me gustaría discutir", dijo.

NOVELISTA IMPROVISADO Pombo reflejó en su discurso la "firme voluntad de verdad" que ha guiado su vida para "tratar de alcanzar una triple verdad poética, narrativa e histórico-narrativa" de su propia existencia y, en general, de la existencia humana. A lo largo de su discurso, Pombo confesó ser "un novelista improvisado". "Me convertí en narrador y en novelista a partir de 1977. La poesía fue, sin embargo, mi primera relación con la verdad", apuntó.