La actriz madrileña debutará esta noche en el Teatro Romano de Mérida en la que será la inauguración de la 63 edición del Festival de Teatro Clásico. Tras estar ligada a la televisión, Amaia Salamanca se pasa al teatro por un tiempo donde desempeñará el papel de Electra en la obra La Orestíada dirigida por José Carlos Plaza.

-¿Qué puede contar acerca de ‘La Orestíada’?

-Se puede saber todo porque es algo que lleva muchos años escrito. Mi personaje es el de Electra que es una princesa de palacio que adora a su padre. Este se va a la Guerra de Troya y ella está esperando cada día que vuelva y eso empieza a desquiciar a Electra.

-¿Qué caracteriza a Electra, el personaje que encarnará?

-Prefiero no hablar mucho y que la gente venga a verla {bromea}. Electra comienza a entrar en una especie de locura por querer matar a su madre. No le dejan salir del palacio por las mañanas, nadie le hace caso, va a la tumba de su padre por las noches a llorarle, a estar con él, no se lava, es una zaparrastrosa y se descuida muchísimo porque ella solo tiene la mente en su padre y en esa venganza. Se pasa noche tras noche intentando pensar cómo puede vengarse y cuando viene Orestes ve su oportunidad e intenta convencerlo para que mate a su madre. La muerte de su madre por fin le hace estar en una nube.

-¿Qué diferencias aprecia entre la televisión y el teatro?

-Son maneras distintas de trabajar. Por las mañanas he estado trabajando en la serie y por las tardes he estado ensayando la función y ha sido un proceso muy intenso. En una serie tienes unas pautas, unos horarios, tienes que hacer tantas secuencias en un tiempo determinado y hay que hacerlo sí o sí. En un teatro te puedes permitir el estar sentado, el hacer un trabajo de texto, de imágenes, de ensayos de una manera, ejercicios que no habías hecho antes. Es igualmente bueno porque tienes que tener la habilidad de dar lo que te piden en un tiempo determinado. Yo me he tomado el teatro como una masterclass en la que estoy súper agradecida a José Carlos Plaza.

-¿Puede hacer ‘La Orestíada’ que siga en el teatro?

-Sin duda en un futuro sí que me gustaría poder seguir haciendo teatro. Al final te mueves por proyectos que te apetezcan, personajes que quieras hacer, hay veces que tú mismo estás cansado de hacer mucha tele y te apetece cambiar. Siempre tienes que ir buscando cosas que te llenen.

-<b>¿Impone el teatro romano?</b>

-Pues a las gradas mejor casi no mirar porque de verdad que te mueres de los nervios. Recuerdo que nada más llegar mi personaje, que entra de espalda, mira al cielo y dice ‘siempre la oscuridad’ y se te pone la piel de gallina viendo eso. Espero tener un poco menos de nervios porque estoy que me subo por las paredes.