El fundador de la Legión, José Millán Astray, y uno de esos policías franquistas torturadores, bravos, violentos, que encarnan una parte del espíritu cuartelario que contaminó España durante casi cuarenta años del siglo XX. Ambos protagonizan dos de los montajes de este fin de semana en el Festival de Teatro de Badajoz. He aquí una guía para seguir sus interioridades.

´Cantando bajo las balas´ . El 12 de octubre de 1936 ocurrió uno de los más famosos episodios de la historia de España del siglo XX. Hablaba un Unamuno vehemente en el paraninfo de la Universidad de Salamanca. Había apoyado el golpe de Estado militar del 18 de julio y en ese tiempo se había dado cuenta de su error y del horror que, en su medida, había alentado. El escritor bilbaíno estaba desdiciéndose de su respaldo al pronunciamiento ante un nutrido grupo de golpistas (militares y civiles), en una mesa en la que figuraban Carmen Polo de Franco y el cardenal Plá. A un lado, un hombre impaciente pedía intervenir, hasta que al fin lo hizo. Unamuno se alteró. "Muera la inteligencia", gritó el general Millán Astray. El enfrentamiento entre ambos prosiguió verbalmente, hasta que, concluido el acto, se llevaron casi en volandas a Unamuno, increpado por algunos de los asistentes.

Fundador de la Legión, amigo de Franco, tuerto, manco, hecho ya un guiñapo, en esos momentos iniciales de la guerra, Millán Astray estaba anclado en el siglo XIX. Y ese hecho de Salamanca, lo sitúa en el catálogo de personajes de la historia española. En un sentido, es Unamuno, con su valiente intervención, quien le da al militar un cariz marcadamente teatral, que Antonio Alamo ha sabido ver al escribir Cantando bajo las balas .

La obra es un monólogo de Millán Astray (Adolfo Fernández), que recrea ese episodio de la Fiesta de la Raza de octubre de 1936. Solo en escena, como un anciano que convoca a sus fantasmas (muñecos de cartón piedra, con los que dialoga durante la obra), el general cuenta y canta (con música en directo) una épica de la crueldad, sin heroísmo, pero con un punto humano. "No lo juzgamos y ese es uno de los aciertos de este montaje", afirma Alvaro Lavín, director de la obra, al frente de la compañía K Producciones.

"Queríamos mostrar un ser humano --añade Lavín--, aunque no estuviéramos de acuerdo con lo que representaba. Ya de por sí era algo monstruoso lo que defendía como para presentarlo como un muñeco". "Uno no escribe para condenar sino para comprender", corrobora Antonio Alamo.

"Millán Astray fue un personaje paradójico", señala Alamo. "El retrato que se ha hecho de él está deformado. Cuando estalla la guerra, se encontraba en Argentina y al regresar no sabía a qué bando iría, supuestamente al de Franco. Pero él fue la oveja negra del régimen y llevó las consignas de este demasiado lejos".

La obra resalta al oponente de Millán, Unamuno, "su valor y lucidez poco antes de morir", dice el director de Cantando bajo las balas , cuando en lugar de seguir callando se plantó ante aquel grupo y expresó su decepción por la deriva de la guerra.

´Trampa para pájaros´ . ¿Qué sucede con los ideologizados, cuando sus ideas quedan arrumbadas por un nuevo estado, pongamos democrático, comunista o fascista? Trampa para pájaros , de José Luis Alonso de Santos, indaga en las consecuencias de la "marginación ideológica" que sufre un policía franquista (interpretado por Juan Alberto Sánchez) al perder su posición de poder. "Recoge lo que ha sembrado durante su vida y se encuentra en un callejón sin salida", afirma Alonso de Santos.

Este dramaturgo es uno de los más destacados entre los que surgieron en España en los años de la Transición. Firmó grandes éxitos como Bajarse al moro o La estanquera de Vallecas y adaptó comedias de Plauto para el Festival de Mérida.

Trampa para pájaros es una revisión de la obra original estrenada en 1990. Su autor traza el retrato de un ser "lúcido y consciente" de quién es, y de la imposibilidad de cambiar su estado de cosas. "El pone la ideología y las creencias por encima de la realidad".

El contrapunto será su hermano (interpretado por Manuel Banderas), un hombre tolerante. "Si la obra habla de algo es de que la mayor obligación del hombre es no ser insensato sino humilde, de tender a la moderación y huir del extremismo". Y aquí tanto se refiere a una ideología fascista como comunista.

Alonso de Santos cuenta que la obra se ha montado en países que fueron comunistas y allí el papel era el de un policía de ese régimen. En una democracia, estos extremismos, concede el dramaturgo, tienden a reducirse. "El fascismo ha sido arrasado, igual que el comunismo, y aunque vivamos en una seudodemocracia, poco representativa, es un estado infinitamente mejor que aquellos".

´La gran noche mortal´ . La programación alternativa del festival dispone del Centro de Ocio Contemporáneo y la Aftasí. En ambas se presenta hoy y mañana este espectáculo de Los Estupendos Estúpidos. Esta compañía se fundó en Brasil en el 2001 y abrió en noviembre del 2008 espacio propio en Granada. Cinco meses después presentó La gran noche mortal , un espectáculo en torno al suicidio abordado con un humor ácido.

´Princesas olvidadas o desconocidas´ . Esta obra llega al festival el domingo en una sesión vespertina. Es un espectáculo familiar que une danza y teatro y se basa en una obra ilustrada de Philippe Lerchemeier y Rebecca Dautremer. En escena, cuatro amigas se reúnen para una celebración, que se convertirá en una evocación del mundo femenino. El montaje de Karlik y Al Suroeste acaba de obtener el premio Jara al mejor espectáculo extremeño de este año.