Durante 40 años he luchado por el respeto mutuo entre Israel y Palestina", declaró ayer el escritor israelí, Amos Oz, tras obtener el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2007,

El jurado reunido en Oviedo le otorgó el premio en reconocimiento a "la defensa de la paz entre los pueblos" que ha hecho en su obra, así como por "la denuncia de todas las expresiones del fanatismo".

El acta del jurado que otorgó el Premio a Oz, que fue leída por su presidente, Víctor García de la Concha, también destaca que la literatura de este autor ha sido clave "para la revelación certera de las realidades más acuciantes y universales de nuestro tiempo".

Oz declaró que su lucha ha perseguido "un acuerdo histórico entre Israel y Palestina, basado en la fórmula de los dos estados nacionales"

En una declaración difundida por la Fundación Príncipe de Asturias tras la concesión del Premio, el autor de Mi marido Mikhael y La caja negra señala que si tuviera que decir en una sola palabra de qué trata su obra literaria ésta sería "familias".

"Si fuera en dos, diría: familias infelices. Si fuera en más de dos palabras, tendrían que leer mis obras", añade Oz.

En una entrevista con EL PERIODICO poco antes de volar de Tel Aviv a Londres, Oz se mostró "muy agradecido al jurado. Es un honor especial porque he sido siempre un lector apasionado de la literatura española y latinoamericana".

El escritor israelí afirmó que el conflicto entre los propios palestinos "es una catástrofe colosal. Espero que se detengan pronto y empiecen a dialogar seriamente con Israel. Estamos en un cruce histórico de caminos y la paz es urgente". ¿Le queda esperanza? "Sí, porque los moderados de cada bando están listos para negociar y encontrar una solución. El problema son los fanáticos y extremistas de ambas casas. A esos tenemos que apartarlos dando una oportunidad verdadera al diálogo". En este terreno, añadió, "la literatura es capaz de colarse en la intimidad, en el dormitorio, de otras naciones. Es un vínculo de ida y vuelta que nos permite conocer otros mundos y otras formas de pensar, necesarias para aceptarnos los unos a los otros".

Oz se impuso en la votación final al escritor albanés Ismail Kadaré. Su vida está marcada por una búsqueda de la aspiración poética, heredada de su familia, emigrantes rusos y polacos, y por el afán de entendimiento entre judíos y palestinos.