En España, más de 4.000 personas pierden cada año la vista total o parcialmente en edad ya adulta. Ana Fernández anda estos días de rodaje en la piel de Lucía, una mujer que sufre ceguera total tras un accidente fortuito. Sin ti , que dirige Raimon Masllorens, habla de lo imprevisible del destino, de la fatalidad, de heridas, de miedo, de superación y de adversidad.

"El accidente más ridículo puede acabar con una vida o cambiarla radicalmente. La protagonista, madre de dos hijos, pierde la vista enseguida. Eso la hace especial, diferente", cuenta Masllorens, que tras investigar los problemas a los que se enfrenta un ciego está convencido de que no sólo se ve a través de los ojos.

Ana Fernández asiente con la cabeza y valora positivamente el papel que le ha tocado interpretar. "Es un personaje maravilloso. No lo voy a defraudar. Me tiene completamente pillada. Hasta sueño con ella. Es una mujer que crece", describe la intérprete sevillana, que hace cinco años ganó el Goya a la mejor actriz revelación por Solas , de Benito Zambrano. "Gracias a este rodaje estoy descubriendo un mundo nuevo, a personas que abordan la vida desde otro lugar".

Antes de iniciar el rodaje, Ana Fernández permaneció unos días en el Centro de Rehabilitación de Ciegos de Castellarnau de la ONCE para aprender las técnicas de orientación y de movilidad que ayudan a vencer los obstáculos a los que se enfrenta una persona que ha perdido la vista en edad adulta.

Al igual que el personaje, los primeros días ella se sentía como un náufrago en plena tormenta. Hacía los ejercicios con antifaz para así acercarse a la ceguera. "Me pierdo los ojos de mis compañeros pero percibo con igual intensidad otras cosas", relata la actriz.