El Ministerio de Cultura ha concedido el premio Cervantes 2010, el máximo galardón de las letras en castellano, a Ana María Matute, aspirante durante varios años. Al premio, que está dotado con 125.000 euros, optaban también Juan Goytisolo, Arturo Pérez-Reverte, Nicanor Parra y Caballero Bonald. En el 2009 el galardón recayó en el poeta y narrador mexicano José Emilio Pacheco. Matute, académica de la Lengua Española, es la tercera mujer distinguida con este galardón, en los 35 años de vida del premio. Las otras dos mujeres fueron, la española María Zambrano en 1988, y la cubana Dulce María Loynaz en 1992. Ana María Matute, que nació en Barcelona el 26 de julio de 1925 aunque vivió muchos años, incluida la guerra civil en Madrid, es autora de una obra muy personal que ha marcado la novela española de la posguerra. Se dio a conocer con Los Abel, en 1948, a la que seguirían Fiesta al Noroeste, Pequeño teatro o Primera Memoria. Un largo silencio marcó su producción desde 1973, cuando publica El Río, hasta Olvidado Rey Gudú, la monumental novela que certifica su regreso al primer plano de la narrativa en 1996. Después vendrían Aranmanoth (2000) y la última, Paraíso inhabitado (2008), que han supuesto también su reencuentro con los lectores más jóvenes gracias a su particular visión de un universo fantástico y mitológico. Galardonada con el Premio Nacional de las Letras Españolas (2007) y, en 2008, con sendos Premios Extremadura a la Creación a la mejor trayectoria literaria de autor iberoamericano y Quijote de las Letras Españolas de la Asociación Colegial de Escritores (ACE), está considerada por la crítica literaria como "prosista de una gran capacidad de fabulación" y una experta en narrativa infantil cuya temática gira en torno a tres ejes: los niños, la incomunicación humana y el paraíso imposible.