La cantante cacereña regresa al Gran Teatro de Cáceres después de más de seis años con un concierto de los más conocidos boleros, con arreglos de jazz

El padre de Ana Duque era trompetista y le tocaba a ella boleros, que con el tiempo la cantante extremeña reencontró en Cuba, mientras estudiaba cine en la Escuela de San Antonio de los Baños.

Cuando grabó su primer disco, en el 2000, ya incluyó esa música cubana. Así que no tiene nada de extraño que más de un lustro después de su última actuación en el Gran Teatro de Cáceres, vuelva a este escenario con un concierto dedicado a estas canciones, sometidas a los arreglos del jazz en los que han trabajado el pianista cubano Iván Lewis y el extremeño Diego Antúnez, según cuenta la cantante en una pausa del ensayo del concierto.

Ana Duque lleva más de veinte años dedicada a la música. Menciona de nuevo a su padre para explicar por qué a los 18 años se enroló en grupos de pop y rock como Balas de Talco. Y cómo, cuando se marchó de Cáceres a estudiar en Salamanca, amplió sus horizontes con el jazz y el blues.

Desde entonces, su voz, "que ha madurado como madura cualquiera que ejerce un oficio", se ha escuchado en diversas formaciones y músicos como José Luis Yagüe (contrabajista de Radio Tarifa), Tete Monteliú, J.A. Galicia el Gali , o como corista de José el Francés o Antonio Orozco. Y, sigue ella, ha colaborado en formaciones extremeñas como Maggot Brain. Y recuerda que abrió el Festival Womad de 1992. Por allí andaban Bob Geldorf o Inmaculate Fools.

¿Por qué ahora este concierto en el Gran Teatro? "Porque hacía mucho que no cantaba aquí, seis o siete años. Me apetecía mucho, y lo pedí".

REPERTORIO En el escenario, su voz se verá rodeada de los músicos David Carbonel, Lorenzo López, José Luis Yagüe, Felipe Gutiérrez y Diego Antúnez.

Cantará, como dice, "el típico repertorio de boleros". Canciones como Toda una vida , Veinte años , Cómo fue , Dos gardenias .... más dos compuestas por ella, pertenecientes a aquel primer disco suyo, bajo la influencia de la música cubana.

Son estrictamente boleros, pero invadidos por el jazz. Aunque ella dice que "el bolero está dentro del jazz, es una parte de esa música. Allí la tocan con guitarra y percusión, aquí introducimos el piano". ¿Y qué encontró en Cuba? "Calor" ¿Y qué más? "Amigos". ¿Y cómo se ve después de esas experiencias viajeras musicales? "Me veo una cantante de voz madura, persistente, que optó por caminos no comerciales. Y que canta por placer".

Los músicos esperan para proseguir el ensayo mientras ella contesta las preguntas. Lo recuerda al entrevistador y se despide.