Mañana será el segundo aniversario de boda de Felipe y Letizia: hasta aquí, una noticia simple y periódica. Las efemérides siempre lo son. No se trata de una fecha roja (sí rojigualda) para subrayar en el calendario, aunque los que estuvimos allí recordamos la tempestuosa mañana: todavía estamos desaguando los litros de lluvia que cayeron sobre nuestras cabezas al descubierto. En las tribunas de prensa, ningún toldo bajo el que guarecerse. Los periodistas son convidados indeseados.

Fue tremendo. A las siete de la mañana, cuando fuimos transportados en autobuses hasta el inmenso páramo adoquinado que separa la Almudena del Palacio Real, el cielo estaba limpio como la conciencia de un bebé, pero a medida que se fue acercando la hora del sí, una nube negra y compacta como una boina se posó sobre la plaza.

Lo siguiente es sabido: cada vez que Rouco Varela abría la boca, se escuchaba un trueno. Las palabras de Rouco siempre dan miedo. La celebración nupcial de los Príncipes coincide con la antítesis: la supuesta separación de la hermana pequeña de Letizia, Erika Ortiz. Según el BOE, el Boletín Oficial de Exclusivas, o sea, el ¡Hola!, Erika y el escultor Antonio Vigo viven separados. Si Vigo y Ortiz hubiesen dejado su relación hace tres años --en la era pre-Borbón-- nadie ajeno a la familia y los amigos se hubiera ocupado de ellos. Es difícil de digerir que tus asuntos íntimos se ventilen en público porque tu hermana sea princesa. Así que dejemos de molestarla.

Probablemente aconsejados por los ideólogos de palacio, Felipe y Letizia festejarán el aniversario en la calle, con una visita a la localidad de Fuenlabrada. La semana pasada estuvieron en Móstoles, la ciudad de la empanadilla y de Encarna Sánchez, esa difunta que los saqueadores de tumbas pasean por la televisión. Qué desagradable es la profanación de cadáveres.

Madrid también existe y después de visitar el mundo, los Príncipes están conociendo los alrededores. Las excursiones de un día son agradables. Estás en casa a la hora de cenar. En Fuenlabrada, Felipe y Letizia visitarán una fábrica de gaseosas. Alzarán las botellas. Hace dos años brindaron con cava. Son bebidas carbónicas. Es lo oportuno. No es correcto tomar alcohol mientras trabajas.