El escritor Antonio Soler, ganador del premio Nadal 2004 por su novela El camino de los ingleses , se muestra interesado por la creación literaria que pueda surgir en tiempos venideros, tal vez inmediatamente, sobre la inmigración y los inmigrantes que han traído a España su cultura.

Al escritor le interesa el tema de la inmigración, no así el del terrorismo. Tras los atentados de las Torres Gemelas ha empezado a surgir una literatura en torno a este hecho trágico y lo mismo podría ocurrir tras el 11-M.

EL TEMA DE ETA Antonio Soler cree que seguramente se escribirá alguna novela sobre este tema; pero "a mí personalmente estas cosas no me interesan demasiado, porque creo que son más para el trabajo de los periodistas, aunque poco a poco el terrorismo se ha ido haciendo dueño de una parte negra de la sociedad y ya hay novelas sobre el tema de ETA". Lo mismo piensa que ocurrirá con el terrorismo islámico. "Si continúa habrá una novela sobre terrorismo".

Sin embargo, en relación al fenómeno árabe, Soler es de la opinión de que en España habrá buenos libros pronto sobre la inmigración, sobre todo escritos por inmigrantes que ya han nacido aquí y que son españoles que proceden de otras culturas, algo que ha ocurrido en Inglaterra, donde prácticamente la mitad de su mejor novela en la actualidad es de antiguos inmigrantes. "Eso sí que puede ser un hecho literario importante, lo otro es más de crónicas y de trabajos periodísticos que de autores literarios".

Soler estuvo ayer en la Feria del Libro de Badajoz firmando ejemplares de su última novela y por la noche habló sobre El camino de una novela .

Según este escritor, no existe un camino prefijado para la novela, "porque si lo hubiera, lo continuaríamos siempre y tendríamos una receta estupenda". Apuntó que "por experiencia propia, ni siquiera cada autor tiene un camino fabricado ni una receta, porque cada novela tiene su propio camino y su propio laberinto y en base a eso uno va trabajando; ni hay recetas, ni hay caminos, ni academias, aunque hay algunas, pero los talentos no se transmiten; ojalá".

En estos momentos, Antonio Soler se dedica a viajar, según dijo. Sin embargo, apuntó que el trabajo de un escritor no se limita a teclear delante de un ordenador, sino que la labor de un novelista comienza mucho antes. "En este sentido sí estoy trabajando, tengo ideas para una próxima novela, voy perfilando personajes y montando un posible argumento". Así trabaja Soler: "Lento y largo en el tiempo". Por eso cuando se pone a redactar tarda poco.