En 1988, Bruce Springsteen deslumbró al público madrileño y barcelonés con sendas exhibiciones capaces de marcar a varias generaciones. Tras 20 años, ha repetido en las dos ciudades y anoche puso fin a la serie de conciertos europeos de ‡2Magic Tour‡1, gira bautizada con el nombre de su último disco y con la que también ha conquistado San Sebastián.

El doblete en la capital catalana --actuó en el Camp Nou el sábado y el domingo-- ha supuesto un récord ciudadano con 150.000 espectadores y es, al mismo tiempo, la mayor convocatoria registrada hasta ahora en su actual gira. Con los 60.000 que vibraron en el concierto de Madrid junto a los miles de asistentes en Anoeta (San Sebastián), el Boss ha superado de largo los 200.000 espectadores en su paso por España.

El cantante de Nueva Jersey manifestó su complicidad con una audiencia predispuesta. El público se volcó en unos espectáculos de rock sin cosméticas ni coartadas tecnológicas, con las canciones desnudas y el carisma del artista en el centro del foco.

DESCARGA DE ENERGÍA En su recital de Madrid, ‡2el Jefe‡1 le robó el aliento a 60.000 almas congregadas en el estadio Santiago Bernabeu. Soltó una descarga de energía nada más salir a escena y después de darse aire con un abanico, tuvo tiempo de felicitar a "los campeones de la selección española de fútbol", según EFE.

A sus 58 años y con medio centenar de conciertos acumulados desde que en febrero iniciara la segunda parte de su gira mundial, el Boss ha repasado su extenso repertorio --diferente en cada cita--. Sabe como hacer vibrar al público, no en vano ya son 35 años de carrera. Acompañado siempre por la E-Street Band tocó temas míticos como No surrender, Night o Cover me.

El segundo recital de Barcelona puso ayer el punto final a una gira europea que ha incluido el estadio San Giro (Milán), el Parque de los Príncipes (París) y, durante dos noches, el Emirates Stadium (Londres). Tras apenas una semana de descanso, Springsteen y la E Street Band afrontarán la última etapa. Doce recitales en EEUU y tres noches en el Giants Stadium, en su Nueva Jersey natal.