Faltó ´Sweet neo con´, la polémica canción que insulta a los neoconservadores de la Casa Blanca. Pero no Schwarzenegger, el gobernador republicano que aprovechó el concierto para recaudar fondos para su campaña. "Sabemos que hay gente de California por aquí", dijo Jagger. "Lo hemos visto vendiendo gorras y camisetas", bromeó el cantante en referencia al musculoso actor metido ahora a político, que vio el show desde uno de los palcos por los que llegaron a pagar hasta 100.000 dólares. Varios fans contrarios al actor-político lucían pancartas en las que se podía leer "Ninguna simpatía por Arnold".