El gobernador de California y estrella hollywoodiense Arnold Schwarzenegger (foto) ha vuelto a demostrar que no tiene pelos en la lengua y que es de lo más democrático a la hora de proferir insultos. Tiene para todo el mundo. Si en su momento el actor de Terminator, hoy también firmante de sentencias de muerte, calificó de "mariquitas" a sus adversarios políticos, ahora se dedica a insultar a los republicanos --el mismo partido al que pertenece-- en una grabación de seis minutos, realizada en su propia oficina de Sacramento.

En esa cinta, el gobernador de California se refiere a sus compañeros como "esa pandilla" y a la legisladora hispana Bonnie García la califica de "ardiente".