A medio camino entre Los Llanos de Cáceres y la sierra de San Pedro, Los Barruecos presentan un particular y sugestivo paisaje en el que el granito, el agua y el ser humano, artífices del mismo, han aunado su talento a la hora de modelarlo. Fue el primero de los monumentos naturales declarados en la región, por lo que está integrado en la Red de Espacios Naturales de Extremadura, al igual que la mina de la Jayona, también reconocida como monumento natural, es una antigua explotación de hierro sobre calizas reconquistada por el medio natural y rehabilitada para la observación, la investigación y el ocio. Dos espacios distantes uno del otro, pero que harán que nuestra imaginación disfrute de entornos espectaculares.

Los Barruecos

Los extensos llanos que se extienden sobre gran parte de los terrenos comprendidos entre Brozas y Trujillo, asentados sobre la penillanura cacereña, aparecen salpicados en algunos enclaves por afloramientos de bloques de granito, pero pocos tan espectaculares como Los Barruecos. El entorno del monumento natural cuenta con zonas de pastizales y de cultivos, así como encinares aislados, que aportan mayor valor a la zona.

El espacio protegido se halla en su totalidad en el término municipal de Malpartida de Cáceres y ocupa una superficie de 319 hectáreas. Se compone de un conjunto de embalses, conectados entre sí, y rodeados por un inmenso afloramiento granítico de gran belleza geológica por la diversidad de sus bolos, que han sufrido erosiones a lo largo de los siglos, que han modelado curiosamente sus formas. Los bolos, denominados técnicamente domos , son el principal atractivo geológico de tan curiosa y singular formación.

Sobre los bolos de granito, se asienta una gran colonia de cigüeña blanca, siendo la mayor conocida hasta la fecha en la que todos los nidos se asientan sobre roca. A finales del período reproductor, cuando además de los adultos están los pollos nacidos ese año, es un verdadero espectáculo contemplar las rocas coronadas por decenas de cigüeñas. La cigüeña negra, especie en peligro de extinción, no nidifica en la zona, pero utiliza las charcas como lugar de alimentación y de reposo durante sus desplazamientos migratorios, principalmente en verano.

En las lagunas, gracias a la vegetación en sus orillas, están presentes numerosas especies acuáticas como nidificantes, especialmente somormujo lavanco, zampullín chico, focha común, polla de agua, cigüeñuela, ánade real y garza real.

En invierno aumenta el número de especies que usan las masas de agua, siendo frecuentes el cormorán grande, gaviota sombría, gaviota reidora, ánade friso, ánade rabudo, ánade silbón y andarríos grande.

Dentro de los reptiles, destaca el lagarto ocelado, la culebra de agua, el galápago leproso y el gallipato. En primavera merece la pena una visita al atardecer, para escuchar el concierto de anfibios en las lagunas, principalmente de rana común, sapo corredor, sapo de espuelas y ranita meridional.

Historia

Merece destacar la presencia de restos neolíticos, en especial del poblado calcolítico denominado Las peñas del tesoro , del que se conservan algunos restos y que ha aportado numerosos y valiosos restos arqueológicos.

De la presencia romana, merece destacar dos cabritas de bronce encontradas en el lugar y que estaban dedicadas al culto de la diosa Ataecina.

La primera presa que permitió embalsar el agua en Barruecos fue construida en el siglo XVI, siendo edificadas las dos restantes con posterioridad, entre los siglos XVIII y XIX, para poner en marcha el lavadero de lana, que en aquella época era un recurso de gran valor comercial.

El Museo Vostell-Malpartida junto a la presa de la charca del Barrueco de Abajo, es de obligada visita. Creado en 1976 al restaurar el antiguo lavadero, guarda en su interior gran parte de la obra del artista alemán Wolf Vostell, que no pasará desapercibida para quien la contemple. En la zona de Las peñas del tesoro también pueden verse algunas de sus esculturas.

Además, existe un centro de interpretación situado en las proximidades de la charca del Molinillo, en que se exponen las principales particularidades geológicas, botánicas y faunísticas del espacio, así como otros aspectos relacionados con la presencia del hombre en Barruecos.

Justo al lado del centro existe un molino restaurado, que conserva perfectamente la presa que le suministraba agua así como la maquinaria de funcionamiento que también puede ser visitada por el público.

Rutas por Los Barruecos

Dentro del Monumento Natural de los Barruecos, podemos realizar algunos itinerarios que nos descubren las partes más bellas del mismo.