Un avión proyectando su sombra sobre un estanque de agua, unas imágenes de archivo del periodo de la dictadura argentina o los pétalos de una flor que representan pañuelos de las madres de la Plaza de Mayo son algunos de los motivos de Sobre una realidad ineludible. Arte y compromiso en Argentina , una exposición de 13 artistas argentinos que reflexionan sobre un periodo ominoso de la historia de su país, el comprendido entre 1976 (año del golpe de Estado militar) y el 2001 (crisis económica y descrédito de la política).

La muestra, una coproducción entre el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (MEIAC) de Badajoz y el Centro de Arte Caja de Burgos (CAB), atiende a la producción de un arte social-político debido a que es "uno de los rasgos ineludibles de la plástica argentina actual", explica Javier Marroquí comisario de la exposición junto a David Arlandis. Las maneras de abordar esta realidad se reflejan también en el uso de técnicas artísticas actuales: el vídeo, la videoinstalación, el ordenador o la fotografía.

Sobre una realidad ineludible se sitúa en el centro de un debate sin solución: las implicaciones del arte en la sociedad y sus manifestaciones políticas, y la la manera en que intenta, o no, eludir un discurso ideológico.

"Hay una tensión permanente entre quienes piensan que el arte debe atender a ciertas sutilezas y no ceder ante el compromiso ideológico. También quienes señalan que no caben medias tintas y hay que mantener coherencia y posturas inequívocas", afirma Javier Marroquí.

"Esta muestra --añade-- no elude el problema y hay obras que utilizan las segundas intenciones, la ironía, tratan de lanzar un mensaje político o son panfletarias porque el predominio del discurso es abrumador sobre la forma".

Así son las creaciones de Rosana Fuertes, Daniel Ontiveros, Gabriela Golder, Carlos Trilnick, Gustavo Romano, Jorge Macchi, Dino Bruzzone, Charly Nijensohn, Graciela Sacco, el Colectivo Etcétera y Esteban Alvarez & Tamara Stuby.

GOYA Recuerda Marroquí el compromiso de Goya con su época, que no ha anulado la validez de sus cuadros. Es un ejemplo de un arte que no elude su tiempo, como tampoco lo hace en el MEIAC, por ejemplo, Gustavo Romano, cuando habla de los "vuelos de la muerte", en los que detenidos eran arrojados anestesiados desde aviones al océano Atlántico. Su obra consiste en un vídeo en el que el espectador puede ver la sombra de un avión reflejándose sobre un estanque de agua, que representa el Río de la Plata, uno de los cementerios de la dictadura.