Debieron de profetizar los organizadores del Festival de San Sebastián que ayer iba a ser un día de mucha lluvia y mucho frío cuando decidieron que Chloe, película guarrona, se encargara de inaugurar su 57 edición.

De todos modos, si se trataba de hacernos entrar en calor, más les valía haber repartido unos caldos, de pollo o de la Rioja alavesa, que confiar la tarea a Atom Egoyan. "Chloe habla de la necesidad que todos, en algún momento de nuestras vidas, tenemos de recurrir a la fantasía para reinventarnos. Todos necesitamos vernos eróticos y resultar eróticos", explicaba ayer el director canadiense.

Egoyan se convirtió, gracias a películas como Exótica (1994) y El dulce porvenir (1997), en un imprescindible del cine de autor gracias a su pericia urdiendo narrativas que no se limitaban a unir la a con la b.

En esos laberintos, se respiraba a alienación, a aislamiento, a deseo reprimido. Chloe es la primera de sus películas que no ha escrito él mismo. En realidad, es un remake de la francesa Nathalie (2003).

TRABAJO DE ENCARGO Y es un trabajo de encargo: inicialmente la iba a firmar Ivan Reitman, el tipo que dirigió Cazafantasmas . "No es una adaptación, sino una reinvención. Ambas películas tienen un temperamento muy distinto --matizaba el director--. Me gustó trabajar con un guión ajeno, porque fue muy liberador y además porque en él se reflejan mis obsesiones propias".

Durante un rato, aplica el barniz de sofisticación típico de su cine a una interesante intriga hitchcockiana. Sin embargo, al director canadiense le acaba pasando lo mismo que a sus personajes y en el mismo momento del relato: pierde el control, y entonces Chloe se revela como un refrito de thrillers sexuales de los 90 como Mujer blanca soltera busca y Atracción fatal , menos cercana al cine negro que a la parodia accidental. Podría haberse llamado Distracción fatal de no ser porque ya existe esa película.

FRUSTRADA Y HAMBRIENTA Es por eso que el notable trabajo de los actores Julianne Moore y Liam Neeson, que no viajaron a San Sebastián, parece de otro filme, uno mejor. Egoyan destacó a Moore en la piel de una mujer emocionalmente frustrada y sexualmente hambrienta: "Fue muy valiente al manejar sentimientos que no le serán ajenos".[subtitulo1.145]

La atractiva intriga inicial de ´Chloe´ deriva en un refrito de filmes de los 90