Esta continuación es formularia en tanto que sigue la misma estrategia narrativa que convirtió ´La niñera mágica´ (2005) en un éxito de taquilla: slapstick de brocha gorda, explícito sentimentalismo y otros elementos pueriles, vehiculados por un relato que incluye alusiones a la lucha de clases y a la amenaza bélica. La directora Susanna White equilibra lo dulce y lo amargo sin pecar de empalagosa ni de sombría, pero en su esfuerzo por impresionar cae tanto en demasiadas líneas argumentales como en una colección de excesos visuales que sabotean el impacto cómico y emocional. NANDO SALVA