La obra, Áyax, el nuevo estreno de la 54 edición del Festival de Mérida, es especial por muchas razones. No sólo supone la recuperación del Anfiteatro Romano como espacio escénico, dentro del ciclo Otra mirada, sino que también significa el regreso a Mérida de Theodoros Terzopoulos, uno de los principales maestros internacionales de la tragedia griega, con una obra que desde 1977 no ha vuelto a pisar la escena extremeña y además, en griego, con pequeñas síntesis en castellano.

Así, de la mano del grupo Attis Theatre, Mérida estrena Áyax mañana y los días 18 y 19 de julio, en lo que supone el estreno europeo de esta obra concebida para la Olimpiadas Culturales de Beijing. Un texto original escrito por Sófocles, que narra los deseos y las miserias de los hombres en tiempos de guerra,y que "rezuma poesía y amor".

De este modo, el griego Terzopoulos, creador de esta nueva visión de Áyax, presentó ayer la obra en compañía del director general de Promoción Cultural, Javier Alonso de la Torre, el director del Festival de Mérida Francisco Suárez y el edil de Cultura del Ayuntamiento emeritense Julio César Fúster, junto a uno de los actores de su compañía teatral, Thanasis Alevras.

CUESTIONES. Durante la presentación del espectáculo, Terzopoulos mencionó en primer lugar la barrera del idioma, ya que es una de las cuestiones que más preocupan al tratarse de una obra en griego. En ese sentido, el director explicó que el idioma "nunca ha sido una barrera‡" tratándose de teatro, ya que "el entendimiento del cuento y la historia‡" a través de la emoción y de la energía de las interpretaciones de los personajes puede "atravesar el cuerpo y la mente del espectador, porque si la emoción de la escena es total, también es total la emoción en el espectador".

Áyax, donde hombres se enfrentan a los dioses y acaban derrotados, enloquecidos y humillados, es según su director la "tragedia perfecta‡", en la que el héroe griego alcanza cotas cómicas que convierten al montaje en un "drama satírico".

DISEÑO. La obra está centrada en las emociones y los sentimientos del hombre, como la traición, la locura, la ira, la venganza o la culpabilidad "con remordimientos", explicó su director y responsable de la escenografía y el diseño de vestuario.

Terzopoulos explicó finalmente que prefiere el espacio del Anfiteatro Romano porque a su juicio "es el horizonte abierto" donde se conjugan "la naturaleza, el arte del teatro y Dios".

Por su parte, el director del Festival de Mérida, Francisco Suárez, mostró su satisfacción por la representación de Áyax, un mito, según comentó, en el que los hombres interactúan y se enfrentan con los dioses, una historia "que busca la gloria en la guerra" y que "muestra el absurdo y la locura que es la guerra". Para Suárez, esta tragedia pretende mostrar el deseo de la conciliación y no del enfrentamiento, "en una guerra como protagonista y reflexión", en la que el idioma griego no "será un impedimento" para la emoción del público emeritense.